Soliloquio | La vida es un soliloquio 

Soliloquio | La vida es un soliloquio 

“Vamos, venimos, exploramos, retomamos, regresamos y nos volvemos a desviar, pero justo así es como construimos el discurso diario de nuestro día a día”


Christian M. Barraza Loera*


Hace unos años, en 2020 para ser exactos, cuando aún pensábamos que la pandemia duraría sólo algunos meses; un par de amigos y yo decidimos que podríamos tomarnos unos días de “descanso” por ahí de abril y reunirnos en casa de uno de ellos en Aguascalientes. Cabe señalar que nuestra última reunión había sido para despedir 2019, del que pensamos había sido un año intenso porque la mayoría tuvimos rupturas importantes; brindamos como si no hubiera un mañana; rompimos una piñata con ahínco, desquitando toda la frustración, enojo y sentimientos negativos como tratando de destruir el pasado; nos juramos que el año que recién iniciaba sería el mejor de todos y que después nos burlaríamos de todo eso. 

Claramente lo hicimos y lo hemos hecho, pero mucho después de sobrevivir a lo que no es necesario describir, puesto que la mayoría de nosotros padecimos la dichosa pandemia. Bueno, la reunión de días que para entonces se disfrazaba de mucho “jaja jiji” acompañada de mucho tinto y cerveza artesanal, nos sirvió, aparte de “relajarnos”, para hartarnos de nosotros mismos. Esos días, aparte de comer, beber y buscar maneras de entretenernos, hablábamos de las relaciones pasadas y fallidas, una y otra vez. Una clase de terapia grupal donde la apuesta era ver a quién le había ido peor.

Al paso de unos días, los discursos se volvieron repetitivos e incluso monótonos, aunque cada vez parecía salir un nuevo trauma o detalle olvidado. Desde entonces, comenzó a surgir entre nosotros a modo de burla la frase: ¡prepárate para el soliloquio! Pues se trataba de un monólogo que, como montaña rusa, íbamos de inicio a fin, pero con un sinfín de paréntesis, con subidas y bajadas, intervenciones de todos para ejemplificar el hecho, retornos al inicio para resaltar algún detalle, etc. Así surgió y se quedó entre este grupo de amigos el término “soliloquio”; pues, a veces sin estar seguros de que nuestro interlocutor en verdad nos pone atención o escucha, continuamos exponiendo nuestra perorata, que como los sueños o discursos al estilo James Joys, nos desviamos del tema central para conectar otras ideas; vamos, venimos, exploramos, retomamos, regresamos y nos volvemos a desviar, pero justo así es como construimos el discurso diario de nuestro día a día.

La intención de este soliloquio, aparte de explicar el origen y el porqué del uso personal de esta palabra y, promover la lectura claro; es para recordar ese tiempo que, aunque fatídico, a muchos nos permitió aprender nuevas habilidades (resiliencia y paciencia para la mayoría), explorar viejos gustos y conocer incluso nuevas formas de comunicarnos. Hoy en día parece que los dos años pandémicos se encuentran lejanos; de momento retomamos la vida y dinámicas prepandemia, olvidamos el uso de cubrebocas y gel antibacterial al igual que debimos hacer de lado lo aprendido durante ese tiempo. 

Retomar las actividades de manera presencial, en lo personal, no me permitieron continuar con un gusto adquirido y que pareció proliferar como los “gremlins”, o sea, los podcasts. Agradezco y recuerdo a todos aquellos que participaron en mi válvula de escape llamada “La chisma histórica”, que además de contar Historia, exploró los diferentes quehaceres científicos de algunos conocidos egresados de la máxima casa de estudio de Zacatecas. Procuré en aquel momento, darle voz a la academia que no tenía espacio en la Universidad: historiadores, filósofos, físicos, químicos, psicólogos y demás adscritos a las áreas sociales, porque afuera de la universidad somos “mucho más que dos”, tal y como diría el título de un disco de Ana Belén y Víctor Manuel, así como el título del libro de una Dra. universitaria que aprecio. 

Aunque no se descarta el regreso de ese podcast, por el momento continuaré y continuaremos con este soliloquio llamado vida. 


 *Historiador, docente, investigador de minorías religiosas, a veces podcaster y liberal: multitask 

Correo electrónico: crisbalo1984@gmail.com

Facebook: Christian Chichimeca Barraza


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