Sociedad transparente | ¿Tus amigos de Facebook venden sus muebles por “emergencia”?
“Las estafas en redes sociales, como el robo de cuentas para ventas falsas, nos muestran la cara oscura del mundo digital”
Nubia Coré Barrios Escamilla*
¿Has visto publicaciones en las que se ofrecen muebles a precios bajos en las historias de tus amigos de Facebook? En este tiempo, Facebook se ha convertido en parte esencial de nuestra vida cotidiana, sin embargo, también ha abierto la puerta a nuevos riesgos, como los fraudes cibernéticos, que en los últimos años se han multiplicado a un ritmo alarmante. Entre estos engaños, uno de los más preocupantes es el robo de cuentas para realizar estafas a través de supuestas ventas de productos a precios bajísimos.
El modus operandi es claro y sencillo: el delincuente obtiene acceso a una cuenta mediante técnicas como el phishing o contraseñas débiles. Una vez que tiene control, el estafador no solo cambia contraseñas, sino que también toma posesión de la identidad digital de la persona, comenzando a publicar ofertas de muebles o artículos a precios sospechosamente bajos. Pero lo más inquietante no es el producto, sino el contexto emocional que acompaña a la oferta.
El criminal no se limita a ofrecer productos baratos; también agrega un toque emocional que induce a la acción rápida: una "urgencia económica". De repente, esa persona que conoces, cuyo perfil sigues, parece estar en una situación desesperada, vendiendo muebles o electrodomésticos a precios irrisorios con tal de obtener dinero de inmediato. Los amigos y contactos del propietario de la cuenta sienten la necesidad de ayudar, motivados por el deseo de apoyar en una aparente crisis.
Este sentido de urgencia es la clave del fraude. Al apelar a la empatía y la confianza que ya existe entre la víctima y el titular de la cuenta, el estafador manipula las emociones para llevar a cabo su estafa. Lo que sigue es casi predecible: una vez que alguien muestra interés en los artículos "en venta", el estafador pide un depósito o pago por adelantado, ya sea por transferencia bancaria o mediante una aplicación de pago. ¿El resultado? El dinero desaparece y el supuesto vendedor, que en realidad es la víctima del hackeo, no sabe nada de lo que ha sucedido.
Frente a esta clase de estafas, la prevención y la conciencia son nuestras mejores defensas. Para empezar, nunca debemos enviar dinero sin antes verificar la autenticidad de la oferta. Si un amigo o conocido está vendiendo algo a un precio muy bajo, es prudente contactar directamente a esa persona por otro medio y asegurarnos de que efectivamente está al tanto de la venta. Un simple mensaje o llamada puede evitar una pérdida significativa de dinero.
Otra recomendación clave es reportar inmediatamente a Facebook cuando notemos que una cuenta ha sido hackeada. Esto ayudará a que la plataforma suspenda la cuenta temporalmente y evite que más personas sean víctimas del fraude. Además, es fundamental implementar prácticas de seguridad en nuestras cuentas, como usar contraseñas fuertes y activar la autenticación en dos pasos. Estas medidas adicionales reducen considerablemente las posibilidades de que un delincuente pueda obtener acceso a nuestras cuentas.
Al final del día, esta estafa nos recuerda que, a pesar de la comodidad que nos ofrecen las redes sociales, no debemos bajar la guardia ni confiar ciegamente en ellas. Los estafadores no solo buscan dinero, también se aprovechan de nuestra empatía y confianza hacia nuestros amigos y familiares.
En este sentido, las redes sociales pueden convertirse en un arma de doble filo: son herramientas poderosas para conectarnos, pero también pueden ser utilizadas para perjudicarnos si no estamos atentos.
Las estafas en redes sociales, como el robo de cuentas para ventas falsas, nos muestran la cara oscura del mundo digital. Si bien estas plataformas nos ofrecen grandes beneficios, también conllevan peligros reales. La prevención y la verificación son esenciales para no caer en estas trampas. En tiempos donde la confianza puede ser aprovechada por criminales, la mejor defensa es el conocimiento y la prudencia. Mantener nuestros datos seguros y verificar la veracidad de cualquier transacción es clave para evitar convertirnos en víctimas de estas estafas.