Sociedad transparente | Los estafadores del amor

Sociedad transparente | Los estafadores del amor

Lo que suena como la premisa de alguna película romántica se ha convertido en el modus operandi de estafadores que, detrás de perfiles falsos en redes sociales, se dedican a buscar víctimas

 

Nubia Coré Barrios Escamilla*

 

Imagine que su cantante, actriz o actor favorito le envía un mensaje a través de alguna red social, sostienen conversaciones continuas y, a distancia, inician una relación amorosa. Lo que suena como la premisa de alguna película romántica se ha convertido en el modus operandi de estafadores que, detrás de perfiles falsos en redes sociales, se dedican a buscar víctimas, especialmente de la tercera edad, a quienes les hacen creer que es su ídolo quien les escribe.

Así le sucedió a una mujer nicaragüense de 73 años, quien afirmó haber recibido mensajes a través de la plataforma Messenger de una cuenta que se identifica como el cantante Luis Miguel, quien, a lo largo de 10 meses de conversaciones, le pidió “préstamos de dinero” por el equivalente a más de 183 mil pesos mexicanos transferidos vía banca electrónica.

Por si fuera poco, el estafador detrás de la cuenta del cantante pidió a la mujer de la tercera edad viajar hasta España, en donde supuestamente contraerían matrimonio; al llegar a su destino y no encontrar a nadie esperándola, la desilusión y el engaño se hicieron presentes.

Ante este fenómeno la mejor arma es la prevención y alertar sobre este tipo de engaños a nuestros familiares y seres queridos para reducir su vulnerabilidad en el espacio digital.

Sepamos reconocer perfiles falsos: La mayoría de los personajes famosos, sean cantantes, actrices, políticos o “influencers” no se pondrán en contacto con algún seguidor, mucho menos a través de perfiles no verificados, con pocos seguidores o amigos y recién creados.

Nunca pueden responder una videollamada: Si bien los mensajes amorosos son constantes, los estafadores evitarán aportar cualquier tipo de prueba de su verdadera identidad, por lo que, a menudo, utilizarán excusas como “encontrarse de viaje”, “no querer arriesgarse a que su imagen sea difundida”, entre otras, para no llevar a cabo videollamadas; incluso, negarán rotundamente la posibilidad de reunirse personalmente, o la condicionarán a un fuerte depósito de dinero.

Le pedirán un “préstamo” y le dirán cómo pagar: Una vez que el estafador detrás de un perfil falso logra ganarse la confianza de su “enamorado”, le pedirá su apoyo para solventar algún servicio médico de emergencia, un adeudo en lo que descongelan su cuenta bancaria, comprar un boleto para visitar a su pareja o cualquier otra situación “urgente”, para ello, estarán preparados para solicitar que la transferencia del “préstamo” se realice a través de Western Union, Money Gram o mediante la adquisición de alguna tarjeta de regalo de Amazon, Google Play, iTunes o Steam.

Una vez que se es víctima de este tipo de fraude, es casi imposible localizar a quienes actuaron con dolo detrás de esta situación, recuperar el patrimonio perdido y ni hablar del daño a la autoestima y a la confianza de la persona defraudada.

Por ello, quienes tenemos a la mano esta información y contamos con un discernimiento en las plataformas sociodigitales, brindemos un espacio seguro para expresar sus dudas e inquietudes a quienes, por cuestiones de edad, no manejan la tecnología igual que las nuevas generaciones.

El espacio digital ofrece grandes bondades; sin embargo, cuando interactuemos con personas desconocidas, especialmente aquellas demasiado amables, desconfiemos.

A la primera petición de dinero, cortemos la comunicación con esa persona, hablemos con alguien de confianza, no hagamos depósitos ni transferencias y levantemos el reporte de ese perfil falso en la propia plataforma social. ¡Cuidado con los estafadores del amor!

 

*Comisionada del IZAI

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