Seamos Claros | Feliz Navidad
Por Edgar Burciaga Solís
En esta ocasión comentaremos acerca de la Navidad, que se desprende de la palabra natividad o nacimiento, la podemos ver al apreciar diversos adornos, principalmente con el tradicional árbol de navidad, también la escuchamos en sinnúmero de villancicos y hasta la sentimos a través del espíritu navideño, ¿a qué nos estaremos refiriendo? ¿Solo a los criterios religiosos que consideran el nacimiento de Jesús en Belén (24 diciembre) o la celebración será referente al antiquísimo origen del ciclo solar o celebración al sol, que está contemplado en el fenómeno natural que todos conocemos como el principio de una de las estaciones del años, el solsticio de invierno que generalmente ocurre a partir del 21 de diciembre?. Como detalle curioso, esta natividad la contemplamos en el último mes del año gregoriano (diciembre), un inicio o nacimiento al final de un ciclo de 356 días.
Respetando toda creencia que origine la celebración en el mes de diciembre, un elemento que no podemos perder de vista en nuestro querido México, es que la Navidad coincide con una etapa de cierta abundancia, toda vez que, la legislación laboral considera un derecho que se refleja en la recepción de un pago extraordinario a todo trabajador que es conocido como aguinaldo, hay abundancia y celebración, una mezcla interesante.
Tengamos cuidado con todas las campañas de consumismo inconsciente, que buscan relacionar a la navidad con los regalos, regalos que representan un desprendimiento del patrimonio, infinidad de veces hemos visto en el mes de diciembre diversas tiendas de todo tipo de artículos abarrotadas, hacemos gastos de manera extraordinaria, regalos, regalos y más regalos, pareciera que nuestros bolsillos se encogieran y no fuera posible contener el patrimonio, ¿los artículos adquiridos serán para beneficio de quienes los adquieren?. La abundancia no tiene que representar despilfarro o glotonería.
Esta temporada decembrina también se caracteriza por los buenos deseos, entonces como buen deseo, optimicemos nuestra abundancia, toda vez que tenemos a la mano la oportunidad de lograr mayores beneficios con el aguinaldo, un derecho que generamos durante el trabajo desarrollado durante el año correspondiente.
Somos un pueblo bondadoso, que nuestra generosidad no sea sinónimo de despilfarro, la cuestión es ¿qué tan importante es considerar la aplicación de la abundancia extraordinaria en la satisfacción de necesidades identificando prioridades? y si bien es cierto, todos tendremos necesidades, vacíos y vicios existenciales, mi pregunta no se refiere a esto, considerando no habrá aguinaldo que cubra vacíos y vicios.
El mes siguiente a diciembre representa una pendiente difícil de transitar, el primer mes del año lo conocemos como la cuesta de enero, dicha etapa y sus compromisos poco están presentes durante los gastos navideños, parece que estamos condenados a padecer después de festejar.
Fiestas decembrinas, época de amor y felicidad, es recomendable guardar amor y felicidad para el resto de las etapas del año, de enero a noviembre también tendremos necesidades, también habremos de compartir, evitemos el derroche.
Con el respeto a todas las preferencias religiosas o deidades, con la consideración a vicios y vacíos, en buena lid les agradezco la oportunidad que me brindaron de compartir con
ustedes este año 2023, siendo lo anterior un motivo que tengo para celebrar en esta temporada, en este año que concluye me despido deseándoles parabienes en el 2024 y un buen deseo es optimizar todos los recursos con los que contemos, compartiendo siempre con seres queridos.
Me despido con la siguiente pregunta ¿COMPARTIR O DESPILFARRAR?