Hablemos de seguridad… y algo más | Reflexión de prevención. Fin 2023 e inicio 2024
“El 2024 sin duda traerá nuevos desafíos, nueva fe y esperanza…”
*Diego Varela de León
Sin duda el año que está por terminar trajo un sinfín de vicisitudes, algunas de tristeza por los seres queridos que en este peregrinar de la vida se nos adelantaron por alguna enfermedad o accidente lamentable, algunas más por las atrocidades que trae consigo el oscuro flagelo de la inseguridad que aun sin quererlo, ha dejado desolación, lamentación y espacios vacíos en las mesas de las familias que enterraron a sus deudos, y algunas otras familias aun con el desasosiego de seguir buscando a los que desaparecieron por esta entropía social que nos aqueja como sociedad; aunque igual hubo otros acontecimientos que nos dejaron alegrías y satisfacciones de metas cumplidas, de la alegría de nueva vida en alumbramientos de bendiciones e ilusiones en los nuevos hijos de la patria, que es donde sin temor a la equivocación el reto con la niñez y juventudes es el de orientarles y educarles en conciencia para una vida libre de violencia en cualquiera de sus manifestaciones.
El 2024 sin duda traerá nuevos desafíos, nueva fe y esperanza, en que podemos ser desde la conciencia en lo individual y colectivo, mejores seres humanos y construir una mejor sociedad de la mano de las instituciones; Por ello igual que hacían en el pasado y aun lo seguimos haciendo con nuestras deidades, recordamos este pasaje de la historia que cuando los viajeros acudían al oráculo de Delfos, antes de plantear cualquier consulta a los dioses, se obligaba a estos a investigar primero su propia esencia. Este, y no otro, debía ser el punto de partida para comprender el mundo “Conócete a ti mismo” (Sócrates) desde los albores de la humanidad el ser humano siempre ha querido conquistar al mundo sin antes mirar en su interior, y muchas veces sin saber que el hombre conquista el mundo al conquistarse a sí mismo, y para que eso suceda, tiene que descubrirse, conocerse y liberarse de los atavíos que le ciegan, distraen su mente y corrompen su alma.
Y son tantas y tantos pendientes que tendremos que hacer el año que viene, como el de ayudar a la juventud que no caiga presa de las adicciones en ninguna de sus manifestaciones desde el alcohol, las drogas, las redes sociales etc., aunque igual antes de tratar de ayudar a sanar a alguien, pregúntale si reconoce su enfermedad y más aún si está dispuesto a renunciar aquello que le hace daño y le enferma, de lo contrario habrá que redoblar esfuerzos para rescatar a esos jóvenes que están segados por los vicios, pues para ellos es andar como si nada, como si nadie, como si nunca, y presos de ese mal para ellos querer decir tanto y saber mucho, es no decir nada, a pesar de saber que los vicios acarrean males al ser humano y por ende un mal vivir queriendo adelantar la expiración del halito vital que es la consecución natural de la existencia, sabiendo que nada los salvara de la muerte sumidos en las adicciones, entonces pues al menos hagamos el mejor esfuerzo en la prevención para salvarlos, orientándolos con amor, querencias y pasión del vertiginoso viaje de la vida.
Esta es una invitación a la reflexión y al quehacer en que todos los días debemos construir una estructura de ideas, pensamientos y comportamientos que nos ayuden a permanecer erguidos ante las dificultades, superar nuestros miedos irracionales, salir abantes en entornos estresantes y hostiles, dejar de ser reactivos en la toma de decisiones enfocados a la claridad del pensamiento, gestionar adecuadamente los entornos estresantes y hostiles, lograr el autodominio y la maestría emocional, establecer una dirección de vida significativa y proactiva, conquistar nuestra propia seguridad y libertad, y para lograr un cambio en nuestra mente, habrá que reformular nuestros pensamientos; poner manos a la obra, porque si algo te preocupa Ocúpate, aférrate al presente y no sufras por el futuro, ni llores por el pasado. Busca un pensamiento proactivo y enfócate en él, mantente activo física y mentalmente.
Aunado a lo anterior recordando una paradoja de la existencia, en que, si el huevo se rompe por una fuerza exterior, se termina la vida. Si se rompe por la fuerza interior, la vida comienza. Entonces pues las grandes cosas siempre comienzan desde el interior, es decir desde la conciencia individual y colectiva. Y es al mismo tiempo la sabiduría en el tiempo que es lento cuando esperas, muy rápido cuando llevas prisa, trágico cuando la tristeza te alcanza, efímero cuando eres feliz, interminable cuando tienes dolor, largo cuando estas aburrido, fugas en la emoción cuando estás enamorado, y al final del día, el tiempo siempre será determinado desde el interior; por ello un servidor es un fiel convencido de que en la prevención estarán los remedios para los males que nos aquejan, de tal suerte que en este año que inicia como los que han quedado atrás, seguiremos insistiendo en el tema de la prevención, compartiendo ideas, consejos, y reflexiones en los esbozos que ponemos a su disposición en un compromiso social como miembro de esta sociedad, en la que estoy convencido de que siempre seremos más los buenos que los malos, y que la prevención inicia por mí, por ti, porque la prevención la hacemos todas y todos.
Para todas y todos nuestros asiduos lectores, les deseo que el año que entra, la magia de la vida sea su mejor traje, su sonrisa el mejor de los regalos, sus ojos el mejor destino y su felicidad el mejor de mis deseos y parabienes que se traduzcan en salud, bienestar, prosperidad y seguridad.
