Retazos de Ciencias Forenses | El suicidio
“Ignorantia juris non excusat”
Nicolás Pinedo*
Para la Organización Mundial de la Salud, el suicidio es un acto con un resultado mortal e irreversible, mientras que para otros estudiosos, se considera como un acto intencional causado a uno mismo, derivado de la propia voluntad o la destrucción deliberada de la propia vida, en la investigación del delito de suicidio, se han encontrado diferentes formas de suicidio que revelan aspectos específicos entre hombres y mujeres, para el caso de los hombres las formas más comunes de suicidarse es con armas de fuego y el ahorcamiento usando diferentes agentes constrictores, mientras que las mujeres suicidas optan por usar algún tipo de barbitúricos, armas punzo-cortantes (Armas blancas), arrojándose a cuerpos de agua como puede ser, lagos, ríos y piscinas entre otras, a esta lista le agregamos el arrojarse de edificios.
En un promedio del 85% de los casos de suicidios, se deja un recado o nota póstuma, en la que se manifiesta la voluntad, el deseo y a veces hasta la justificación de su decisión, de no dejar ningún recado en el escenario, no quiere decir que no exista la decisión de suicidarse, en algunos casos en el recado se culpa a las personas que contribuyeron al suicidio, dentro de los más recurrentes son divorcios, violencia familiar, violación, consumo de drogas y situaciones sentimentales.
Es necesario mencionar, que no siempre se logra el objetivo y en el menor de los casos solo queda en intento y claro que ello conlleva a una afectación directa para quien quiso suicidarse, produciendo cambios importantes en el contexto social y familiar, que pueden ser en aspectos de hospitalización con tratamientos específicos para personas deprimidas y hasta psiquiátricas, se recomienda alejarse de la escena ya que traerá recuerdos desagradables y depresivos, otro cambio que se experimenta es en relación al trabajo, compromisos sociales y económicos, por lo que respecta a la vida social esta repercute en el aislamiento social que sentía o tenía la persona.
Es común que en nuestro medio, al conocer de algún caso de suicidio, juzguemos el actuar de la persona que lo realizó diciendo que fue cobarde al quitarse la vida de esa manera y no tratar de enfrentar la situación, para otras personas parecerá que fue valiente por atreverse a realizar dicha maniobra que no cualquiera lo haría, en el caso de usar armas de fuego se requiere por lo menos conocer el funcionamiento del arma, además no cualquier persona se atreve a sostener un arma y menos apuntarla a la región cefálica y jalar el gatillo para que se produzca el disparo del arma.
Nadie es valiente, nadie es cobarde, cada caso tiene sus propias aristas las que deben de analizarse de manera individual.
No hay peor ciego a aquel que no quiere ver.
*Maestría en Ciencias Forenses y Victimología, perito criminalista, asesor forense y amante del ciclismo de montaña.
*Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.