Radar económico y financiero | “Las pensiones: el pasivo social más importante del país”
“México ya tenía un serio problema fiscal con el pago de pensiones; el problema se agrava con el uso del programa de adultos mayores; la crisis que viene le podría estallar al próximo Gobierno Federal”.
Raúl Rodríguez Márquez*
El sistema de pensiones en México cuenta con una institucionalidad muy compleja que incluye, a nivel federal , siete instituciones que entregan beneficios en esquemas contributivos y no contributivos, sin contar los subsistemas creados y operados en entidades federativas, municipios y universidades que, dicho sea de paso, también tienen un grave problema financiero.
Existen cuatro pilares que sustentan el sistema de pensiones en México que se interrelacionan en las instituciones pagadoras de pensiones; a saber: Reparto, Capitalización individual, Ahorro voluntario y No contributiva.
El gasto en pensiones, en 2017, ascendió a 3.1% del PIB; 95% es gasto en pensiones de reparto y solo 5% son recursos que se dirigen a pensiones no contributivas.
El panorama indica que el gasto en pensiones seguirá incrementando por el cambio demográfico y por la generación de transición.
Las proyecciones estimadas indican que para 2030 el gasto en pensión de reparto ascenderá al 5.2% del PIB, al que se sumará el gasto de capitalización individual y la pensión no contributiva.
Adicional, el financiamiento del sistema de pensiones deriva principalmente del gasto corriente del gobierno federal, ya que solo 7.3% aproximadamente del gasto total es cubierto por las cuotas obrero- patronales.
En el próximo ejercicio fiscal, el gobierno federal deberá erogar diariamente la “friolera” cantidad de 3 mil 650 millones de pesos por concepto de pago de pensiones.
En todo el año 2023, el monto ascenderá a un billón 333 mil millones de pesos, y será equivalente a más del 80% de todos los salarios pagados en 2023.
La diferencia radica en el crecimiento real, puesto que los salarios o capítulo mil (servicios personales en el PEF) crecerá 3.4% en términos reales; en el caso de pensiones, el crecimiento previsto es de 8.4% real (descontando inflación).
Entre el año 2010 y lo estimado para 2023, se registró un crecimiento real del 132%.
Solo para dimensionar el tamaño, en 2010 este pago significaba el 43% de todos los salarios en un año del sector público; para el próximo 2023 será del 84%, como lo citábamos.
Es decir, en los próximos años el gobierno pagará más de pensiones que en salarios, y todavía no llegamos a la cúspide en la curva poblacional.
El paquete económico para 2023 cuantifica el monto del pasivo laboral en 11.6 billones de pesos, equivalente al 43% del PIB, casi igual a la deuda; ambos compromisos irreductibles que tienen que contabilizarse.
Por ello se dice que el margen de maniobra del presupuesto o espacio fiscal no va más allá del 2% (ingresos =22.7%. gastos comprometidos =20.7%). ¡Muy delicado!
Cabe destacar que en estos números no se incluye el programa de las pensiones para adultos mayores, que tienen un carácter universal, pues son consideradas transferencias y que en 2023 absorberán 335 mil millones de pesos, de los 8.2 billones que contempla el PEF 2023. Una cifra que también se incrementará anualmente, en un porcentaje del 25%, como lo ha adelantado el presidente López Obrador.
A pesar del incremento exponencial del gasto en pensiones, tendremos en los próximos años un gravísimo problema con quienes vayan a iniciar su retiro sobre la base de su ahorro individual a través de las afores y de las personas que están en la economía informal, 52% de la población económicamente activa, y que solo recibirán la pensión de adultos mayores.
La realidad es que a lo largo del tiempo la contribución a las afores ha sido tan baja que los que pretenden jubilarse sobre la base de su ahorro individual, y no de la ley de 1973, recibirán cantidades o tasas de remplazo del 25 o 30% del último salario cotizado.
Estimando el actual salario cotizado en el IMSS, la pensión podría oscilar entre los 3 mil 500 y 5 mil pesos mensuales.
Ahí radica el grave problema.
Pero ahí no termina la delicada situación, los derechos adquiridos por otros pensionados conducirán a que solo puedan generarse recursos fiscales para fondear el pago de sus pensiones, si se hace una reforma fiscal en los dos o tres siguientes años. ¡No hay manera de no hacerla!
El ritmo de crecimiento anual de la población mayor de 60 años en las próximas décadas será mayor del 4%, que contrasta drásticamente con el crecimiento poblacional, que será del 1%. Así el tamaño del problema.
Aunque todavía tenemos un bono demográfico donde la mayoría de la población estamos en edad productiva, pronto dejaremos de ser un país de jóvenes.
Si no se aprueba una seria, profunda y dolorosa reforma fiscal y de pensiones, a la vuelta de unos 10 a 12 años, estaremos al filo de una situación inimaginable.
Por eso le llaman el pasivo social más grande del país.
*Analista político y financiero
Presidente de grupo consultor Ragash
**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.