Hablemos de seguridad… y algo más | El riesgo de las redes sociales
“Las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) están llamadas a facilitarnos la vida, sin embargo, en algunas circunstancias, el uso inadecuado del internet y redes sociales podría afectar”
Diego Varela de León*
La prevención en el tema de las redes sociales es sin duda un asunto por demás importante al que debemos poner mucha atención por todo lo que trae consigo, y máxime que muchas de las personas que somos de generaciones que no crecimos con estas tecnologías de la información y comunicación nos es difícil, tanto el manejo como entendimiento, no solo en lo personal, sino en la educación y orientación para las nuevas generaciones, que es lo que están viviendo, pero también en muchas ocasiones padeciendo.
En México, el uso del Internet y sus aplicaciones cada día aumenta.
La Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI) estimó 87,400,000 usuarios de internet en el país, con una penetración de internet en personas mayores de 6 a 17 años que fue establecida en 74%, y el tiempo que destina diariamente un cibernauta mexicano es de ocho horas y cincuenta y siete minutos, y durante la pandemia creció 45%.
En datos generales, el hogar, el trabajo y la escuela son los sitios de conexión más recurrentes. Asimismo, nueve de cada diez cibernautas accede a una red social y el principal motivo de conexión a Internet es el entretenimiento, superando al correo electrónico y a la búsqueda de información.
Las redes sociales son plataformas formadas por personas y agrupadas en comunidades con un fin común; en definitiva, individuos con el deseo de relacionarse, comunicarse y compartir contenidos sobre cualquier ámbito, las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) están llamadas a facilitarnos la vida, sin embargo, en algunas circunstancias, el uso inadecuado del internet y redes sociales podría afectar, en especial a niños y adolescentes, al convertirse en un fin y no en un medio.
En las redes sociales pasan cientos de millares de cosas positivas, pero también algunas negativas, desde robar la identidad y realizar actividades que no son autorizadas por el usuario legítimo, los usuarios están vulnerables a sufrir ciberbullying; es decir, alguien puede acceder a sus fotos, videos o información personal para dañarlos o enviarles mensajes hostigándolo.
Al abusar de las RS, es posible padecer aislamiento, ansiedad o baja autoestima, lo cual puede generar que los usuarios pierdan el control personal, los usuarios pueden ser frágiles ante personas llamadas “depredadores en línea”, son sujetos que sistemáticamente buscan hacer algún daño para obtener provecho ante situaciones vulnerables que pueden afectar la seguridad de los jóvenes que no saben cómo defenderse y se emplean para exhibir, publicar, difundir y comercializar pornografía infantil, así como para realizar extorsiones, fraudes electrónicos, amenazas y negociar secuestros y, en algunos casos, por demás preocupantes y lamentables, cuando realizan ataques personales que los jóvenes no soportan y los orillan al suicidio.
Por otro lado, el grooming constituye el repertorio de estrategias que una persona adulta desarrolla para ganarse la confianza de un menor a través de Internet con el fin de obtener concesiones de índole sexual. El acosador sexual establece lazos de amistad con la víctima. Suele utilizar personalidad falsa, a menudo obtenida de otras víctimas. Adula a la víctima y es extremadamente amable hasta que consigue una imagen o vídeo comprometido. A partir de ese momento comienza el chantaje.
Una vez elegida su víctima, usan TikTok, Snapchat, WhatsApp, Instagram y Messenger, entre otras aplicaciones, que permiten más privacidad para hablar de una manera más íntima y personal. Y algunas de las formas de obtener imágenes comprometedoras son ganando su confianza, simulando ser otra persona, chico o chica, amable y educado, para después tener una actitud amenazadora y de chantaje.
El acosador suele tener instalados programas que sirven para grabar la emisión de la webcam de su víctima. Algunos utilizan programas que sirven para emitir videos previamente grabados como si fueran cámara web y así hacerse pasar por otra persona. La víctima cede al chantaje por miedo, entrando en un círculo difícil de romper, y algunas de las consecuencias psicológicas para la victima son el miedo (incluso a salir de casa), inseguridad en sus relaciones con los demás, pánico a los desconocidos, pérdida de amistades, humillación pública, al ver sus desnudos conocidos en su entorno escolar o personal, disminución de rendimiento escolar y cambios de carácter y comportamiento.
Por otro lado, el sexting consiste en la difusión o publicación de contenidos (principalmente fotografías o vídeos) de tipo sexual, producidos por el propio remitente, utilizando para ello el teléfono móvil (sexting) u otro dispositivo tecnológico (webcam‐sex‐casting), a través de e‐mail, redes sociales o cualquier otro canal que permitan las nuevas tecnologías. El sexting aumenta el riesgo de sufrir ciberbullying, pues proporciona armas a los acosadores para humillar al menor o a la menor que ha posado desnuda o en poses eróticas. Igualmente aumenta el riesgo de sufrir grooming por parte de pederastas, de hecho, el proceso de grooming pasa habitualmente por la obtención de fotos eróticas de los menores. El sexting y la pornografía infantil están muy relacionados. Muchas redes y foros de pornografía infantil se nutren de imágenes inicialmente sacadas por los propios menores, que acaban en manos de gente que comercia con ellas o las intercambia, además, la posesión o envío de las mismas es considerada como delito de pornografía infantil, y aun el propio menor puede sufrir el peso de la Ley; y ante este panorama de riesgo es importante no subir fotos atrevidas o videos comprometidos porque una vez que los has pasado a alguien, pierdes el control sobre el uso que puedan hacer de ellos y nunca se sabe dónde y en manos de quien pueden parar y una que vez estén en la red es casi imposible eliminarlos.
Algunas de las estrategias de prevención que podemos usas los padres y profesores que pueden ayudar a los adolescentes a desarrollar la habilidad de la comunicación cara a cara, lo que, entre otras cosas, deberá de: limitar el uso de aparatos y acordar las horas en que se podrá utilizar, fomentar la relación con otras personas, potenciar aficiones tales como la lectura, el cine y otras actividades culturales, estimular el deporte y las actividades en equipo, desarrollar actividades grupales, estimular la comunicación y el diálogo en la familia. El lugar donde se encuentran las computadoras debe ser cambiado si es que estos se encuentran en lugares comunes como la sala, el comedor o el dormitorio, ya que de este modo incentivan el uso de la red y el interés por conectarse, establecer una comunicación abierta y efectiva con los hijos con la finalidad de crear un ambiente de confianza que les permita compartir sus experiencias en la red y aclarar sus dudas sobre la información adquirida, establecer un horario para el uso del internet en relación a la edad del niño o adolescente, mantener las computadoras en lugares visibles que permitan regular los tiempos de conexión, hacer uso de herramientas de seguridad como los filtros, motores de búsqueda y bloqueo de páginas en la computadora para controlar la información a la que se accede, además de todas aquellas que los propios especialistas en la materia nos puedan recomendar, y solo así podremos llevar a cabo una prevención adecuada y la disminución del riesgo en el uso inadecuado de las redes sociales.
*Libre pensador, amante de la lectura, la música y el deporte
**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer