Pasión por el deporte | Muerte súbita en el deporte
“El dramatismo del fenómeno radica en la existencia de una patología silente”
José Ortega*
La muerte súbita en el deporte es un fenómeno entre deportistas amateur, profesionales y élite, algo inesperado que afecta de manera imprevista y repentina, que se produce durante el desarrollo de una actividad deportiva, o menos de una hora después de su conclusión y que no se encuentra asociada a una causa violenta.
A menudo, la muerte súbita no viene anunciada previamente por ningún síntoma o señal clínica que pueda sospechar la presencia de esta causa. Pero el dramatismo del fenómeno radica en la existencia de una patología silente, capaz incluso de matar. Las muertes súbitas son más frecuentes en deportistas varones que en las damas, y con una edad promedio de 36 años. Las muertes de origen cardiovascular son las más frecuentes en los deportistas, aunque también las arritmias causan muerte súbita en un alto porcentaje y, sin duda, son muy difíciles de diagnosticar.
Aunque en un porcentaje alto, en las coronariopatías se ha encontrado infarto agudo o antiguo de miocardio en un tercio de los casos en deportistas élite.
La incidencia real se desconoce, siendo muchos los trabajos e investigaciones publicados con gran variedad de resultados. La incidencia de muerte súbita, sin duda, es menor en deportistas que en personas sedentarias.
Por ejemplo, en Inglaterra, hay una muerte súbita en cada 20.000 deportistas al año. En cambio, en EU se han verificado de 1 a 5 casos de muerte súbita por cada millón de atletas; en Francia, las investigaciones arrojan 50 casos anuales por cada 30 millones de deportistas practicantes, de las cuales, son producidas en edades menores de 35 años y que son por anomalías congénitas (como la - arteria coronaria izquierda - que puede estar comprimida por la arteria pulmonar, especialmente durante un esfuerzo intenso - la hipoplasia coronaria - caracterizada por el hecho de que la arteria, en vez de recorrer la superficie del corazón, penetra en el miocardio y es estrangulada durante la sístole – Valvulopatías: síndrome Marfan - que es una afección hereditaria que afecta al tejido conjuntivo; en estos casos, la muerte súbita se encuentra en la dilatación y disección de la aorta, que se agrava con la práctica deportiva) y siendo la arteriosclerosis coronaria (una enfermedad que afecta a un solo vaso, sin síntomas previos, constituida por placas fibrosas que evolucionan rápidamente, predisponiendo a una trombosis) responsable del 90-95 por ciento de las muertes, fundamentalmente en deportistas mayores de 35 años.
Lo que nadie pone en duda es la importancia que representa la muerte de un deportista, que podría haberse evitado con un reconocimiento médico, que hubiera descartado anomalías congénitas. Últimamente, y desgraciadamente, se han verificado más casos en las disciplinas de futbol y atletismo, generando una gran alarma, pero se han verificado muertes súbitas mayormente en el deporte del ciclismo tras el uso de eritropoyetina, entrenamiento en altitud y/o transfusiones sanguíneas (conocido como doping sanguíneo), con el fin de aumentar el transporte de oxígeno y con ello un mejor rendimiento deportivo.
Claro está entonces que, sin duda, debemos tener presente este fenómeno mortal, considerando las cargas de trabajo físico y muscular, así como realizando evaluaciones médicas (fonocardiografía, electrocardiografía y ecocardiografía) y físicas (pruebas de esfuerzo, respuesta tensional al ejercicio) previas en nuestros deportistas, que permitan evitar o al menos disminuir este tipo de acontecimiento catastrófico, que cada vez más da de qué hablar.
*Escritor e instructor profesional en ciencias aplicadas al futbol.
Facebook: José Ortega Ramírez
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