Los misterios de la existencia | Un milagro
“Nuestra propia fragilidad“
Alejandro Bravo Pérez*
A veces siento que me ha tocado vivir un tiempo en donde la mayoría de las personas están perdiendo su capacidad de asombro. Ya no se maravillan por un atardecer, no presencian el amanecer y mucho menos se dejan ser tocados por los primeros rayos del día, no escuchan y menos admiran el misterio que yace en el inmenso mar. Primero existe una preocupación por tomar una fotografía y posar para después publicarla con una frase poderosa. Y como segundo punto, se cree que ese amanecer, ese cielo estrellado, ese atardecer, ese mar, estará mañana. Cuando podría no ser así.
Para idealizarnos, necesitamos contrastarnos. No basta que solo se habite en este mundo, necesitamos de algo más para que se confirme nuestra existencia. Cuando nos miramos al espejo, lo que vemos en ese reflejo la construcción de nuestras relaciones con los demás.
Es insoportable solo mirar fijamente nuestra propia fragilidad, por con el contrario con la mirada de alguien más, me co-construyo. La experiencia que se tenga presente, se la debemos mucho a la relación que se construye con otros. Estamos hechos de relaciones.
Aún así, pese a serlo y estar construido de la relación con otros, esa posibilidad nada asegura que sea la mejor de todas. Por ejemplo, ayer se celebró el día de la madre, y la relación que he construido con ella, me hace querer tenerla a mi lado por siempre.
A veces pienso que su pérdida sería un proceso demoledor con mi existencia. Así como ella, muchas de la relaciones que tenemos cada una y cada uno, no son para siempre, y sin embargo solemos creer que sí. Pensar en esa posibilidad, resulta angustiante, por eso no es preferible pensarlo, menos hablarlo. No saber en qué día la relación que tenemos con un otro, se termine, es una experiencia angustiante. El contraste a la vida es la muerte. EL contraste de nuestras relaciones es la pérdida de ellas.
Nuestra vida es siempre movimiento, no hay marcha atrás y aunque alguien se quiera quedar fijo, la vida misma no se detiene. Continúa hacia adelante ¿y qué es eso que sigue adelante? ¿Qué es lo que nos puede ocurrir en ese movimiento que va tendido hacia el futuro? No lo sabemos. Y no saber ni tener certeza de qué es y qué será, constituye la incertidumbre en nuestras vidas. Vamos por la vida, sintiendo que algo positivo puede ocurrir en nuestra existencia, pero también puede ser algo malo. Porque el movimiento implica cambios y muchos de ellos, no siempre resultan ser como lo deseamos.
Por eso duele, cuando perdemos en este recorrido alguien o algo que amamos, porque estábamos refugiando en la seguridad de que no se perdería. Muchos de esos cambios son lo que son, queramos o no, no siempre dependerá de nosotros. La incertidumbre es por eso la pasión de la vida, porque no saber qué nos depara el mañana, nos otorga el valor de darle todo al instante que estamos viviendo. Ahí que debemos maravillarnos por lo que es y está siendo, porque de entre todas las posibilidades que hay, podría no estar y menos estar siendo. Y por él solo hecho de que esté ocurriendo, es ya un milagro.
Mi nombre es Alex Bravo y cuento con la formación como Terapeuta Existencial y solo quiero compartirte, que sí en un momento, sientes que algo no va bien y que frente a lo que sea que estés sintiendo, no estás sola, no estás solo. Ya sea a distancia o de manera presencial, estoy con la mejor disposición de escucharte y leerte.
Hasta la próxima.
*Terapeuta Existencial
Correo: cypesc@gmail.com