La seguridad y la nación | Las dos opciones
“Al día de hoy, los Carteles de Sinaloa y de Jalisco, han eliminado casi en su totalidad a las demás organizaciones criminales, colocándose como las organizaciones con más presencia en E.U, en este año, en 50 países”
Hugo Rafael Sánchez González*
El Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) son los grandes protagonistas del último informe anual de la DEA. La agencia antinarcóticos de Estados Unidos ha hecho público su informe anual en medio de nuevas tensiones con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, por los reclamos hechos esta semana ante la Cámara de Representantes por los retrasos en la entrega de visas para sus elementos desplegados en México.
El Gobierno mexicano ha negado que la cooperación bilateral en la llamada guerra contra las drogas sea “inconsistente”, como acusó la zar antidrogas Anne Milgram, y ha dado por terminada la polémica al asegurar que las autorizaciones ya han sido entregadas desde hace semanas.
El encontronazo con las autoridades mexicanas no ha movido un ápice la posición de la DEA en la lucha contra el narcotráfico y su cruzada contra las organizaciones criminales del país latinoamericano, a quienes señala como los responsables de la epidemia de fentanilo que azota a la sociedad estadounidense. “Los cárteles de Sinaloa y Jalisco han causado la peor crisis de drogas en la historia de Estados Unidos”, se lee en el documento.
La DEA asegura que las ganancias del Cártel de Sinaloa y el CJNG por el tráfico del fentanilo están en el orden de los miles de millones de dólares cada año, gracias a una extensa red criminal que se extiende por más de 40 países y los 50 Estados de EE UU. “Operan largas cadenas mundiales de suministro, desde los precursores químicos hasta instalaciones de producción, y dirigen una compleja red de cómplices que incluye a navieras internacionales, transportistas en ambos lados de la frontera, funcionarios corruptos, constructores de túneles, empresas fachada, testaferros que blanquean el dinero y otros”, advierte la agencia en el informe.
La hegemonía de Sinaloa y Jalisco “ha eliminado efectivamente a toda su competencia en el mercado estadounidense”, agrega la institución. En su perspectiva, ambos cárteles rivales son los únicos mandamases en el mercado de las drogas ilícitas en Estados Unidos. Los hallazgos llegan, como ha sido en otras ocasiones, envueltos en polémica y en contradicción evidente con la posición oficial del Gobierno de López Obrador, que ha insistido que “en México no se produce fentanilo” y que sólo es un eslabón intermedio en la larga cadena de tráfico que empieza en Asia.
La DEA, sin embargo, pone también en la mira la efectividad de que la Marina mexicana haya asumido el control aduanal y la vigilancia de los principales puertos del país, al asegurar que son los grupos criminales los que realmente controlan las terminales portuarias. El diagnóstico se remata con señalamientos de corrupción sobre jueces y funcionarios de todos los niveles del Gobierno mexicano, aunque no se detallan las acusaciones. Ese ha sido el mayor punto de fricción con el presidente mexicano, que este año acusó a la DEA de estar detrás de una ola de filtraciones periodísticas que vinculan a su círculo cercano con el crimen organizado.
La fuerza antinarcóticos señala que Sinaloa está diversificando sus proveedores de químicos y está volteando a ver también a India, donde hay una de las mayores industrias farmacéuticas del mundo. Entre los 47 países en los que tiene presencia, el cartel está volteando a ver otros mercados. En el Sudeste asiático y Oceanía, su principal negocio son las metanfetaminas, “sus ganancias son 100 veces mayores a las de sus ventas en Estados Unidos”, sostiene la DEA. En África, la organización tiene puntos donde hace el trasvase de los cargamentos de droga para el mercado europeo, según esta versión. Sus operadores financieros han sido identificados desde Centroamérica y Sudamérica, pasando por España y Marruecos, hasta Sudáfrica, Rusia y Australia.
En México controlan el puerto de Manzanillo y la mayor parte de la frontera con Estados Unidos, desde Tijuana hasta Ciudad Juárez, según el informe. “El Cartel de Sinaloa puede operar con libertad en algunas partes de México porque tienen una red corrupta de miembros de las fuerzas del orden, militares y contactos políticos”, dice la DEA. Al final de su diagnóstico, habla de los nuevos focos rojos, como la “tusi” (del inglés 2c-b), un alucinógeno que se obtiene al combinar cocaína, metanfetamina y ketamina, altamente popular en las principales ciudades de Estados Unidos. “Siempre está buscando sacar provecho de las tendencias de drogas ilegales del momento”, señala en la parte final del documento.
*Especialista en Seguridad Pública, Instructor certificado en Derechos Humanos por el CICR.
Mtro., en Juicios Orales
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