Los misterios de la existencia | Que la naturaleza misma haga su trabajo

Los misterios de la existencia | Que la naturaleza misma haga su trabajo

“El hombre es el porvenir del hombre” 

Alejandro Bravo Pérez*

El ser humano es un sintiente de sí mismo, como un ser que está en el mundo, en relación con otros y consigo mismo. Esto es posible a partir de la conciencia, porque a diferencia de otras especies en el planeta, es hasta ahora el ser humano, el único que posee una. Es consciente de quien es, del día en que vive, el año que está por terminar, pero lo es también de sus propias imperfecciones. Aunque, es curioso que las primeras son más fáciles de asimilar, las segundas, no. 

Por lo tanto, si el ser humano con una conciencia propia, es consciente también de sus propias posibilidades, lo es igualmente de sus propios límites. Es un ser libre que se encuentra en libertad de elegir entre muchas posibilidades, aunque al momento de hacerlo, debe rechazar las que no toma. 

Lo interesante de esto, es que cuando hay que elegir entre renunciar a unas para tomar otras, se da una pausa para analizar, para pensar, para deducir cual es la mejor, tomando en cuenta las debilidades y fortalezas de cada elección. Prácticamente, se intenta tomar lo que mejor convenga.  

Y digo imaginamos, porque no podemos anticipar el resultado de lo que se está eligiendo, y cuando por fin se tiene una elección tomada y con ella las consecuencias, hay quien se preguntara si lo que no eligió, hubiera podido ser mejor. Abriendo así, la experiencia a más incertidumbre. 

El ser humano crece conforme va tomando decisiones, cuando más grande es lo que tiene que renunciar, más grandeza adquiere la persona. El ser humano eligiendo y renunciando, emprende una transformación sobre cierta situación, que su cambio se ve reflejado en muchos ámbitos de su vida. 

Al principio podría parecer que no fue una buena idea, que no debió de haber elegido lo que tomo, porque los cambios con primicia no pueden ser como uno espera, pero se debe dar tiempo a que la naturaleza misma haga su trabajo. 

Se puede dudar, se vale incluso reprocharse, pero caer en el arrepentimiento culpándose por lo que hizo, anula la existencia, porque la culpa no es un límite a lo que con libertad puede o no elegirse, porque es quien toma esa libertad, el único que tiene que asumir las consecuencias desde su propia responsabilidad. 

Es el ser humano, consecuencia de todo lo que hace, e incluso, de lo que no es, en palabras de Sartre; “Es el porvenir del hombre”. 

Estamos a unos días de poder terminar este 2023 y aunque el año, pudo no ser como lo esperábamos, no podemos dejarlo a la borda por los resultados que fueron diferentes a como se habían planeado en un principio. Decir que solo se está esperando a que termine este año, para iniciar el siguiente con una actitud nueva y diferente, es solo un pretexto para seguir postergando la existencia misma. 

Se debe vivir el 2023 cada día, como si fuera el último del año. Y recibir el 2024, como si no hubiera un próximo. Vivir día a día, asumiendo, eligiendo, renunciando, pero, sobre todo, ganándose siempre a uno mismo.  

Mi nombre es Alex Bravo y cuento con la formación como Terapeuta Existencial y solo quiero externarte, que si en un momento, sientes que algo no va bien y que frente a lo que sea que estés sintiendo, no estás sola, no estás solo. Ya sea a distancia o de manera presencial, estoy con la mejor disposición de escucharte.

Hasta la próxima.


*TERAPEUTA EXISTENCIAL

CORREO: cypesc@gmail.com


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