Los misterios de la existencia | Soporta y renuncia
“Una forma productiva o destructiva”
Alejandro Bravo*
Hace poco quise dar un giro a mis lecturas, así que empecé a leer un poco sobre estoicismo. Y como lo entiendo hasta ahora, es una corriente filosófica que, en términos sencillos, te invita a vivir una vida sin preocupaciones. Los estoicos consideran que el ideal de hombre sabio, no radica en conseguir conocimiento y sabiduría, más bien, se consigue no necesitando nada, ni nadie para alcanzar la felicidad. El camino para obtenerla, se otorga conforme a la propia naturaleza, es decir, teniendo una vida virtuosa. En palabras de Epicteto; “soporta y renuncia”.
Un exponente reconocido de esta corriente, es el pensador Diógenes, mismo al que llamaban “el perro”, porque solía vivir en las calles y sentía desprecio por todo lo material, seguramente si estuviera vivo, podríamos encontrarlo en alguna plaza principal acostado, apenas tapado con un trapo, mirando el cielo y sin preocupaciones. Honestamente, yo a veces envidio ese estilo de vida.
Una vida sin preocupaciones, aparentemente puede parecer que ofrece una existencia muy sencilla y más fácil a la que vivimos actualmente, pero cabe aclarar que en su mayoría de quienes profesaban este pensamiento, terminaron por suicidarse, debido al extremo que dejaron de lado sus responsabilidades con la que se tomaban los asuntos relativos a su propia vida. Pero hubo quienes, alcanzando el autodominio que parte del “soporta y renuncia”, se transformarían en grandes líderes de su época, teniendo como clave, tener que soportar las circunstancias a las que se ven enfrentado y renunciar a los deseos más profundos, el emperador romano Marco Aurelio, es un referente.
Si aceptamos una vida sin necesidad, y existe el control de las emociones, la vida plena, será más sencilla. No podemos intervenir en los eventos que nos ocurren, pero sí podemos controlar la respuesta que daremos a esos sucesos. Eso es todo lo que marca la diferencia. Porque los eventos y sucesos que ocurran, podemos recibirlos de una forma productiva o destructiva. Por ejemplo: Impulsado por el límite de tu paciencia, puedes gritarle a tu jefa de trabajo, porque no deja de hacer comentarios que parecen son burla de tu situación actual. Ante este suceso, puedes experimentar culpa, por sentir que hiciste algo malo, llevándote a una lucha contigo mismo porque quizás debas pedir una disculpa o vivir con la acción pura que hiciste.
La mayor parte del tiempo, invertimos nuestra energía luchando contra uno mismo, dando como resultado estar en tensión, por situaciones, que, si pueden merecer nuestra atención, pero que también hay otras, que no lo merecen, ni deberían hacernos caer en tal desagradable escenario. Debería no importarnos lo que otros piensen o digan por las acciones que estamos tomando en la vida, porque todo atrevimiento es propio y está encaminado a la propia virtud. En lo que cada uno depende, es lo que nadie puede arrebatarle. En el interior de cada persona, está la clave para su propia fortaleza. Incluso hasta cuando se duda de uno mismo.
Mi nombre es Alex Bravo y cuento con la formación como Terapeuta Existencial y solo quiero externarte, que si en un momento, sientes que algo no va bien y que frente a lo que sea que estés sintiendo, no estás sola, no estás solo. Ya sea a distancia o de manera presencial, estoy con la mejor disposición de escucharte.
Hasta la próxima..
*Terapeuta Existencial
Correo: cypesc@gmail.com