Los misterios de la existencia | Mentirse a sí mismo
Alejandro Bravo Pérez*
Cuando era estudiante de psicología conté con la oportunidad de hacer prácticas en una casa de retiro para personas de la mayor edad, ahí conocí a una señora a quien todos los días, debía llegar y presentarme, leerle el mismo cuento que le leía en días anteriores y repetirle las mismas indicaciones que me pedían hiciera. Ella padecía de demencia senil.
La demencia senil es un término utilizado para describir un grupo de síntomas que afectan directamente la memoria y el pensamiento, prácticamente afecta toda tu vida y de las personas que te rodean, porque el olvido es constante, pero ¿qué es el olvido? El cese de un recuerdo, no poder recodar algo concreto.
Olvidar, no poder recordar, por un daño a nivel cerebral o neurológico, es un tema y aparte, cuando el olvido, es algo que se elige hacer, algo por lo que se opta, porque es lo que mejor conviene, es otro asunto. Ya Nietzsche una vez dijo: “la primera condición de la felicidad, es saber olvidar”. Tu pareja te engaña, te pega, abusan de ti, te toman a la fuerza, para después regalarte unas flores, comprarte un detalle, jurando que no volverá a pasar, así que eliges continuar, creyendo que aspiras a una felicidad, por el hecho de poder perdonar, de olvidar.
Olvidar dice tanto de nuestra personalidad, como el hecho de memorizar un poema. Lo que se elige olvidar, es una parte de nuestra vida que es sumamente importante para poder comprender ¿Quién soy? Lo que no se quiere ver, lo que no se quiere reconocer, es de suma importancia para poder comprender un poco eso que nos ocurre. El dolor de cabeza cada que se acerca cierta persona, la tristeza que emerge cada que se acerca una fecha, nos está diciendo algo. Toda actividad humana es un proceso de significación, toda vida humana, es significante ¿esto qué significa? Yo, ustedes, cualquiera estamos en cada una de nuestras acciones, soy mis propios sueños, mis propios pensamientos, mis propias ideas, mi propio proyecto, así que soy lo que digo y hasta lo que no expreso, soy y seré incluso, todo eso que olvido.
El olvido, eso que se anhela olvidar, se debe recodar, se debe hacerlo presente, hacerlo vivo ¿por qué? porque siempre se le puede dar un lado positivo a eso que yace olvidado, esos fallos nos sirven de algo, esas malas experiencias, pueden transformarnos, esos asuntos olvidados, pueden dejar de estar ahí empolvándose, inconclusos, para catapultarnos a otros lugares. Porque estamos tanto en nuestros éxitos, como en nuestros fallos.
Muchas veces es preferible olvidar, no nombrar eso que ya no se quiere recordar, pasamos la mayor parte de nuestra vida olvidando y no querer estar recordando, hasta cierto punto se suele creer que es mejor no conocer nuestros deseos, nuestros sentimientos, nuestras historias, pero eso, eso es una mentira así mismo. Eso es mentirse a sí misma.
Mi nombre es Alejandro, cuento con la formación como Terapeuta Existencial. Más que hablar de teorías o técnicas, me gusta explorar lo que está presente, lo cotidiano, lo que ocurre. Si te interesa conocer un poco más de esto e indagar en tus propios misterios, te invito a crear un espacio de relación y diálogo para que juntos, juntas, podamos comprender un poco más la “situación” que estés viviendo, como también la manera en que te relacionas con el mundo, con los demás, ya que clarificar nuestra posición en el mundo, puede aclarar nuestra postura y entonces si así se elige, optar por una actitud diferente.
Hasta pronto.
*Terapeuta existencial
Teléfono: 7712099585
Correo: cypesc@gmail.com
**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.