Los misterios de la existencia | Emociones

Los misterios de la existencia | Emociones

“Dejarse sentir”

Alejandro Bravo Pérez*

Me gusta esta época del año, porque hay mucho viento en la zona en que yo vivo, sentir el aire en mi rostro, que recorre mi cuerpo, es para mí, sentirme muy cerca del cielo. Cuando estoy caminando, y la brisa del aire se cruza conmigo, me gusta detenerme, expandir mis manos hacia un lado, cerrar los ojos, y decir: “gracias Ehécatl” (así se nombra al viento en náhuatl) yo no entiendo a quien no se maravilla por el brillo de las estrellas, o por la luz que emana de una luna llena, mucho menos a quien no mira en un ser vivo, un igual.

Las emociones son parte de nuestra condición humana. El miedo, el asombro, el asco, la alegría, la tristeza y el enojo, son básicos y los poseemos de manera natural, como el hambre y el sueño. Para Heidegger, lo opuesto a lo humano, son las máquinas, precisamente, porque no somos humanos, al menos que sintamos, y las máquinas se programan para sentir.

Lo cual es curioso, porque pareciera que el ser humano, se empeña en dejar de serlo y ser lo más parecido a una máquina, a no querer sentir. Más programar las emociones, anularlas, o dejar de apreciar, yo lo miro como un tipo de muerte existencial.

Es a través de nuestras emociones que nos movemos por el mundo, otorgándole un significado y moviéndonos de tal manera que experimentamos todo tipo de sensaciones en este camino, llamado vida. Cuando yo digo “gracias Ehécatl”, lo digo, porque cada vez que siento el viento, me siento agradecido de seguir vivo. Que después de muchos años, puedo decir que experimento paz en mi existencia. 

Pero lo mismo me pasa cuando de pronto en algún pueblo, entró a un mercado a desayunar y al tomar un café de olla, cuando lo bebo, con su sabor dulce, no puedo evitar decir - ¡está muy rico! - experimentando, una añoranza por el café que me solía preparar mi abuela cuando yo era niño. 

Para Spinoza; “algunas emociones, indican el acercamiento a lo deseable, y otras una aversión hacia lo indeseable”. Las emociones, existencialmente hablando, son nuestra experiencia en relación con el mundo y los demás. Y miro mucho potencial, cuando se le da la bienvenida a lo que sea que se esté sintiendo. Suprimirlos, o simplemente no expresarlo, es anular, quien estamos siendo auténticamente. 

Las emociones son un recurso importante, para nuestro autoconocimiento. Aunque parece que habitamos un tiempo en que están siendo infravaloradas y subestimadas por lo que se mira en las redes sociales. Si de pronto, alguien siente “algo”, basta buscar en google “¿por qué me siento así? Y entonces, al leer la respuesta, como mirar el video corto en que explica el motivo, ofrece una calma provisional, de lo que ocurre. Pero lo que realmente sucede ante esto, es que escuchamos la explicación del sentir de otros, callando los propios.

Las emociones, es algo que experimentamos todos los días, y reconocer lo que hay en cada emoción, es poder desarrollar una mejor postura frente al mundo. Se comienza a mirar con una actitud diferente, todo lo que nos ocurre. 

Mi nombre es Alex Bravo y cuento con la formación como Terapeuta Existencial y solo quiero externarte, que si en un momento, sientes que algo no va bien y que frente a lo que sea que estés sintiendo, no estás sola, no estás solo. Ya sea a distancia o de manera presencial, estoy con la mejor disposición de escucharte. 

Hasta la próxima. 


*Terapeuta Existencial

Correo: cypesc@gmail.com




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