Pasión por el deporte | Saber ganar y perder en el deporte (Parte 1)

Pasión por el deporte | Saber ganar y perder en el deporte (Parte 1)


“¿Qué es ganar y qué es perder para un deportista? ¿Qué es el éxito? ¿Qué es el fracaso? Parece obvia la respuesta, pero no lo es y, menos aún en el terreno deportivo”



José Ortega Ramírez*

En el deporte sin duda unas veces se gana, otras se pierde, pero eso no significa que un deportista no sepa ganar o no sepa perder. Todo deportista no nace sabiendo ganar o sabiendo perder, nadie le dice que va a ganar algunas veces y va a perder muchas más; tampoco se le enseña a comprender las grandes o pequeñas victorias y, mucho menos, admitir dignamente las derrotas.
Pero ganar y perder no siempre tienen relación con el resultado final. La puntuación final reflejada en el marcador son solo números para la estadística. El verdadero valor holístico de ganar y perder y del éxito del fracaso lo dan la actitud y el comportamiento, con los cuales el deportista ha competido y lo que haya aprendido durante ese proceso.
A mi juicio, un deportista jamás fracasa si lo ha dado todo antes y durante la competencia, si se ha comportado de manera adecuada y respetuosa con el contrincante, independientemente de cuál haya sido el resultado, y si ha aprendido algo de todo ello. Perder de esa manera es tener éxito. Sin embargo, ganar dando la mitad de las propias posibilidades, comportándose mal con el adversario y no aprendiendo de los propios errores es fracasar. Por ello, hay que revitalizarse holísticamente y recurrir al árbitro o juez interior que le diga el verdadero resultado. Independientemente de lo que sea ganar o perder, saber ganar no es fácil, pero todavía es más difícil saber perder.
En la imaginación colectiva del mundo, se entiende por éxito la gloria, la fama, el poder, la riqueza material y el reconocimiento mediático. No es fácil perder en nuestra sociedad. Al perdedor se le señala con el dedo, se le estigmatiza. Nadie desea ser un perdedor. En ella solo tiene cabida el triunfador, el que alcanza sus expectativas. El perder no es concebido como una posibilidad humana, sino como una vergüenza, como una humillación. De ahí la intolerancia a perder, al fracaso y a la frustración.
Es fundamental que enseñemos a la niñez y juventud a perder en el deporte. Por eso aprender a perder es, en el fondo, aprender a vivir. Sabe perder quien reconoce, de entrada, que ha perdido y, por lo tanto, reconoce el mérito del ganador, celebra su victoria y se alegra por lo que ha conquistado. Para ello es fundamental superar una pasión muy tóxica, el resentimiento. Continuará…


*Escritor e instructor profesional en ciencias aplicadas al futbol.
Facebook: José Ortega Ramírez
Correo: jor0231&hotmail.com




*Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.

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