La familia | Enseñar la diferencia entre lo verdadero y lo valido

La familia | Enseñar la diferencia entre lo verdadero y lo valido

“La verdad es lo que es, y sigue siendo verdad, aunque se piense al revés”.


Susana Sánchez*

Hoy en día, existe una confusión recurrente respecto a lo que es verdad y lo que es válido, ya que ambos términos se mezclan y se utilizan indistintamente tanto para temas intrascendentes como para temas importantes.

En el camino de la educación hay que enseñar la diferencia entre la verdad y la validez de las cosas; este es un tema de filosofía que debemos aplicar en la formación de nuestros hijos para que tengan claro ambos conceptos y los puedan reconocer, utilizar y comprender cuando se trate de aplicarlos en la vida diaria.

La verdad, ya lo sabemos, es objetiva, es, por decirlo así, lo que es, no lo que uno piensa que es, es cuando existe correspondencia entre lo que se expresa y la realidad. Esta coincidencia nos permite tener la certeza de que algo es verdadero para todos. La verdad no consiste en conocer algo ni en el contenido del conocimiento sino en la realidad que refleja ese conocimiento, es algo más elevado, es superior y tiene que ver más con la ética, con lo que es correcto independientemente de nuestra opinión.

Salvaguardar la verdad y enseñar a los nuestros a hacerlo es no solamente una potencia, es un deber que tenemos si queremos hacer una familia sana y una sociedad mejor, además de que es la verdad uno de los trascendentales de la vida que hace elevar al hombre a niveles superiores de dignidad y valía.

Por otra parte, la validez se da cuando algo tiene un contenido lógico y coherente que lo hace justificable para la persona que lo argumenta, que tiene sentido para mí, pero no necesariamente para los demás. La validez se mueve en el ámbito de la lógica, es un constructo que se utiliza para demostrar un argumento con el fin de otorgarle consistencia a lo que yo quiero demostrar.

De este modo, lo valido no siempre es verdadero y lo verdadero es una afirmación de lo válido en las acciones de las personas. La validez es subjetiva en cuanto a que lo que es válido para mí puede no serlo para ti, esto depende más de las prioridades de las personas, de su estilo de vida y de su educación.

La verdad tiende a dar seguridad respecto al terreno que se pisa, porque la verdad está ahí siempre, aunque no la queramos aceptar, aunque no la reconozcamos e incluso aunque la neguemos, no desaparece por nuestra opinión y tampoco cambia por la moda, por los avances del mundo o por nuestros intereses.

Un buen ejemplo de cómo enseñar a los hijos a distinguir estos conceptos es aplicando la famosa “Ley de Sócrates” o “los tres filtros de Sócrates”, a saber:

Frente a lo verdadero: ¿Me consta? ¿Puedo probarlo? ...

Frente a lo bueno: ¿Beneficia o hace sentir mejor a la otra persona o a mí mismo? ¿Despertará emociones positivas? ...

Frente a lo necesario o útil: Al conocer ese mensaje, ¿la vida de esa persona o mi vida mejorarán?

Así que, una vez diferenciados los conceptos y sabiendo que hijos mejores son aquellos a los que les enseñamos a buscar la verdad y amarla, nosotros como padres podremos sentirnos satisfechos de nuestros esfuerzos por mostrarles la verdad siempre.


*Maestra en Educación Familiar


**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.


Retazos de Ciencias Forenses | La investigación del delito de feminicidio

Retazos de Ciencias Forenses | La investigación del delito de feminicidio

Dialéctica Moral | De la marcha a la incongruencia

Dialéctica Moral | De la marcha a la incongruencia