La familia | En la inmensidad
“No te tomes la vida tan en serio, al fin y al cabo no saldrás vivo de ella”
Susana Sánchez*
Recientemente se ha publicado la primera foto a color obtenida por el nuevo telescopio James Webb, la cual ha maravillado a todos.
En el reportaje de la BBC de Londres, se dice que es la imagen infrarroja más detallada y profunda del Universo que se tenga hasta hoy, con la luz de galaxias distantes.
Se espera que el telescopio haga todo tipo de observaciones del cielo, pero tiene dos objetivos generales: uno es tomar fotos de las primeras estrellas que brillaron en el universo hace más de 13.500 millones de años; el otro es buscar planetas lejanos para ver si podrían ser habitables.
Lo que ves es una aglomeración de galaxias en la constelación del hemisferio sur Volans, conocida por el nombre de SMACS 0723.
El reportaje citado continúa diciendo: “La aglomeración realmente no está tan lejos: "tan solo" a 4.600 millones de años luz de distancia. Pero la gran masa de esta aglomeración ha distorsionado y magnificado la luz de objetos que están a una distancia mucho mayor.”
"La luz viaja a 300.000 kms por segundo. Y esa luz que estás viendo en uno de esos punticos lleva viajando más de 13.000 millones de años", dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson.
"Y de paso, estamos yendo incluso más atrás, porque esta es apenas la primera imagen. Están devolviéndose casi 13.500 millones de años. Y como sabemos que el Universo tiene 13.800 millones de años, vas a volver casi al principio".
Estas fotos de la NASA nos obligan a pensar en que no somos nada y, sin embargo, somos cada uno de nosotros, únicos e irrepetibles, especiales, porque no existen dos como nosotros y pensados desde el principio en esta inmensidad de universos.
Las imágenes nos obligan a reflexionar en la humildad, en que debemos quitarnos importancia a nosotros mismos en esta tierra y dársela a lo trascendente. En lo personal, creo que sería absurdo pensar que somos los únicos, es como pensar en que somos mucho, cuando en realidad somos parte de algo gigantesco, que no alcanzamos a dimensionar.
Muchas veces nos consumimos en problemas macro, como la economía mundial, la política, o en banalidades como la moda, los respetos humanos, la dignidad, el orgullo, el éxito, la fama y el prestigio.
Sufrimos por lo que pasó y nos ponemos ansiosos por lo que pasará, sin disfrutar los instantes del presente y desperdiciando el valioso tiempo que tenemos en este planeta, que nos ha sido prestado un ratito.
En fin, nos agobia el futuro y nos tormenta el pasado, perdiendo el tipo sin sanar las heridas que nos deja la vida y proyectándonos en un futuro que ni sabemos cómo se va a presentar. Darle mi tiempo a lo realmente importa, resultará en un mejor aprovechamiento.
Estas reflexiones van dirigidas hacia la sencillez de reconocer simplemente lo que somos, propietarios de nada, pero herederos de todo, no somos dueños, pero sí somos hijos del dueño y eso es en lo que debemos concentrarnos, en cuidar y mantener lo que ahora gozamos para poderlo pasar a las siguientes generaciones, en busca de trascendencia.
Finalmente, una vida más simple resulta en más vida, siendo muy conscientes de que debemos vivir más en el presente, actuando con sabiduría, dándole más sentido a nuestra vida, siendo más alegres, responsables, más sobrios, más tranquilos, sin malgastar tiempo y energía en cosas vanas.
*Maestra en Educación Familiar
**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.