La familia | El bien y el mal
“La primera idea que el niño debe adquirir es la diferencia entre el bien y el mal”
María Montessori
Susana Sánchez*
En esta colaboración siempre he apostado por hablar de temas que nos hagan crecer como personas y que, por consecuencia, nos permitan trabajar por ser y hacer mejores familias; estoy convencida de que para desarrollarnos sanamente se tienen que tratar todos los temas que abonen a ello.
En este tenor de ideas, considero de suma importancia abordar temas como el bien y el mal, ya que todos debemos saber distinguir entre ambos para poder así alcanzar un desarrollo pleno que nos haga mejores.
La naturaleza tiene un orden interno y una finalidad propios, el corazón tiene una voz interna que nos dice siempre lo que está bien y lo que está mal, no obstante, esa capacidad se puede ver disminuida si nosotros no apostamos por una formación ética que nos conduzca por el camino de la moral y del deber ser, propios de la persona humana.
Las personas, por la libertad de la que gozamos, tenemos la capacidad de elegir entre unas acciones y otras de manera consciente, lo cual implica que corremos el riesgo de no siempre elegir lo que más nos convenga. Si elegimos un bien, entonces estamos trabajando por ser mejores personas, de lo contrario, nos hacemos un flaco favor. Esto es, la manera en que usamos nuestra libertad nos hace mejores o peores, según nuestras propias elecciones.
Y es que, todos los seres humanos somos personas, pero no siempre actuamos como personas, la realidad es que cada vez nos deshumanizamos más, nos comportamos de manera inhumana y poco digna, muchas veces nuestro comportamiento no está a la altura de nuestra dignidad y se nos borra la finalidad para la que estamos hechos.
Nuestra vida no se nos ha dado hecha, hay que desarrollarla. Es un don y a la vez una tarea. Es como un libro con las páginas en blanco que debemos llenar con lo que hacemos cada día. A medida que vamos viviendo, vamos “escribiendo” el argumento de nuestra vida. Al escribir adecuadamente y con rima, con belleza y con luz esos versos, vamos consiguiendo la realización personal, que consiste en perfeccionarnos como personas, desarrollar al máximo nuestras facultades para ser mejores y para contribuir a que este mundo sea mejor de lo que lo encontramos. Somos los protagonistas de nuestra propia existencia.
En nuestras manos está el contenido y la orientación de nuestra vida, pero también la vida, el bienestar y la felicidad de las demás personas. Es en este punto donde la importancia de hacer el bien y evitar el mal toma relevancia en el ámbito familiar, ya que nuestras acciones siempre afectarán a las personas que más queremos. Eso, aunado a nuestra responsabilidad de formar adecuadamente a los nuestros, de dar ejemplo, nos obliga a conocer de manera precisa sobre la moralidad de los actos propios y ajenos: no para juzgarlos subjetivamente, sino para elegir bien.
Lo real es que hay una verdad objetiva acerca del bien o del mal, lo contrario sería inhumano y también nos lleva a creer que cada individuo tiene verdades dentro de sí, válidas solo para el mismo y que la bondad y la maldad de las acciones dependen del cristal con que se miren, y esto es falso de toda falsedad. Hay que acostumbrarnos a llamar a las cosas por su nombre, y lo bueno es bueno y lo malo es malo, aquí y en China.
Adecuar nuestra voluntad a lo que nos hace bien, utilizando nuestra libertad y uniendo nuestra afectividad hacia fines buenos, utilizando medios buenos y anhelando objetos buenos nos llevará, inequívocamente al bien. Este bien nos alcanzará la felicidad, que es lo que todos queremos, nuestro fin último y nuestro objetivo final. Aquí en la tierra y también en el cielo para aquellos que creemos en la trascendencia.
En palabras del Papa Francisco: “es bueno no hacer el mal, pero es malo no hacer el bien, porque si no nos oponemos al mal, lo alimentamos de forma tácita. Es necesario intervenir allí donde el mal se extienda, porque el mal se difunde donde faltan personas audaces que se opongan a él con el bien”.
*Maestra en Educación Familiar
**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.