Historia del futbol | El penalty más famoso del mundo
“La historia nos relata que la tanda se encontraba disputándose de manera normal hasta que el alemán Uli Hoeness erró su penalty lanzándolo por encima del travesaño, y llegó la hora de la verdad”.
José Ortega Ramírez*
En mi colaboración de hoy me remontaré al Campeonato Europeo de Futbol Yugoslavia 1976 que tendría su fase final en junio de ese año. Ya en el país plavi, después de varios encuentros cruciales las dos semifinales serían resueltas en la prórroga.
Checoslovaquia hizo lo suyo ante la subcampeona del mundo la Naranja Mecánica de Cruyff al vencerla 3-1, tras dos expulsiones y dos goles en la prórroga, mientras que Alemania Federal pudo deshacerse de la poderosa Yugoslavia. En el encuentro por el tercer lugar, Holanda derrotó tras irse también a la prórroga a Yugoslavia, en un encuentro de lo más emocionante.
La gran final escenificada por la favorita Alemania Federal de Beckenbauer ante una Checoslovaquia que había sido la revelación del campeonato y unos rivales nada fácil, superando en ese orden a Portugal, Inglaterra y la Unión Soviética (denominado el espectáculo de Zagreb).
Los germanos tenían la oportunidad de encadenar un histórico triplete tras ganar la edición anterior en 1972 y el mundial de 1974 como anfitriones. El encuentro final en Belgrado sin duda fue muy disputado. Sin embargo, tras muchas opciones claras de gol ambas selecciones, finalizarían con un marcador empatado a 2 goles hasta el final de la prórroga y donde posteriormente llegarían a la tanda de penaltis. Y es aquí, donde saldría a relucir el nombre Antonin Panenka.
La historia nos relata que la tanda se encontraba disputándose de manera normal hasta que el alemán Uli Hoeness erró su penalty lanzándolo por encima del travesaño, y llegó la hora de la verdad. Si Panenka anotaba, Checoslovaquia sería la nueva campeona de Europa.
Panenka tomó el balón y lo colocó en el punto de los once pasos, para prepararse y realizar una pequeña carrerilla y con un suave toque elevara el balón que se colaría por el centro de la portería defendida por el gran guardameta Seep Maier, que intentó adivinar el cobro recostándose a su lado izquierdo.
Panenka sin duda accedió al Olimpo con ese cobro, dejando a los germanos en el campo derrotados y atónitos.
La forma en que se cobró ese penalty tan decisivo, se bautizaría desde entonces como el penalty a lo Panenka.
*Escritor e instructor profesional en ciencias aplicadas al futbol.
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