Hablemos de seguridad… y algo más | La responsabilidad como mística de servicio

Hablemos de seguridad… y algo más | La responsabilidad como mística de servicio

“La responsabilidad como valor ético tiene que ver con las consecuencias justas e injustas…”

Diego Varela de León*

La humanidad ha tenido enormes avances científicos y tecnológicos, lo cual sin duda ha generado nuevos problemas y desafíos por ir más allá en una carrera vertiginosa en lo que se supone debería de ser para el bien de la propia humanidad, aunque no siempre es así, y cito el tema de las armas que hieren y arrebatan la vida de seres humanos inocentes y las drogas que dañan al hombre cuando no se utilizan de forma adecuada en el sentido farmacéutico, y siempre que los hombres se unieron para formar una comunidad, nación, grupo religioso o profesión, tuvieron la necesidad de establecer un principio verbal y luego escrito, principios fundamentales que sirven para guiar su anhelo de convivencia social armónica.

La ética se considera como una ciencia practica y normativa que estudia el comportamiento de los hombres, que conviven socialmente bajo una serie de normas que le permite ordenar sus actuaciones, estudia actos voluntarios que el hombre controla consiente y deliberadamente y de los que es fundamentalmente responsable y los actos involuntarios son los que obviamente ejecuta inconscientemente o involuntariamente principalmente por circunstancias mentales donde no poseen significado ético alguno, y la responsabilidad hace referencia a la entereza y al hecho de que se le pidan cuentas a una persona por las consecuencias negativas de algo que ha realizado o dejado de realizar, o se le reconozcan los resultados positivos.

Ahora bien es necesario partir de una comprensión acerca de lo que es un valor. Kant había identificado el bien con el valor general, o sea cada uno denomina bien a lo que aprecia o acepta, la idea central es que existe un valor objetivo y que el bien en este sentido es tal para todos los seres ecuánimes. Entendiéndose que los valores éticos por los cuales debe conducirse el profesional de la prevención, procuración, administración y reinserción, son aquellos en los que se haga la realización de un bien para todos, podemos inferir que cualesquiera que sean los valores éticos de cualquier profesión, deben corresponder a la realización de un bien general.

La responsabilidad como valor ético tiene que ver con las consecuencias justas e injustas y estas a su vez están sujetas a una norma jurídica que es donde se establecen las consecuencias de dichos actos. En la vida hay cosas, estudios, decisiones y procederes que pueden beneficiar y perjudicar nuestra vida, pues la vida misma está llena de decisiones y encrucijadas en las que hay que optar por hacer algo o dejar de hacerlo y que en ello siempre priva la decisión humana de realizarlo o no.

Ahora bien para los quehaceres de la rama de la prevención, procuración, administración y reinserción, el profesional debe tener y cultivar una serie de valores éticos que le permitan mejorar su desempeño en su vida profesional, en la mística de servicio que sin duda se verá reflejado en la opinión positiva de la sociedad cuando esta vea que sus acciones se encaminan en trabajar en pro de la humanidad, en procurar siempre la integridad física y patrimonial de esta, al igual cuando protege al inocente contra el engañador, a los débiles contra el opresor, el intimidado contra el arbitrario y a los pacíficos contra los violentos, que respeta los derechos constitucionales de todos los hombres para que estos puedan disfrutar de libertad, igualdad, fraternidad y justicia, y de entre algunos valores éticos podemos citar, la justicia como bandera, la probidad, lealtad, veracidad, y el honor como mística de servicio, siendo de suma importancia que estos valores sean imbuidos en cada profesional de la prevención, procuración, administración y reinserción, para que la actuación de los diferentes entes en su desempeño, tenga una base moral solida encausada en un alto sentido de responsabilidad del honor y la moral, donde el fin supremo sea el bien para todos, pues no podemos ni debemos permitir seguir viviendo en la barbarie de la violencia, y una vez más con esta pluma y con esta voz, condenamos tajantemente y reprobamos todo acto de violencia, insensatez y estupidez humana en contra gente inocente que lo único que hizo en vida fue servir a su patria y contribuir a tener una mejor sociedad en un ejemplo de vida como lo fue el amigo, el hermano, el ser humano, el Juez Roberto Elías Martínez, y la exigencia permanente para que en esa parte de responsabilidad se cumpla la premisa de tener la justicia como bandera, la probidad, lealtad, veracidad, y el honor como mística de servicio.


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