Dialéctica moral | Los buenos somos más

Dialéctica moral | Los buenos somos más

“Se requiere seriedad, sobriedad y elementos, para tocar esta tan delicada problemática. Pero reitero que, como lo he compartido anteriormente en este espacio, no se debe enfrentar la violencia con más violencia.”


Pedro Esparza Castro*

Abordar la situación no es cosa sencilla. Los hechos suscitados el día domingo por la noche, donde la gente que vivió y atestiguó con fotos y videos, esos momentos de terror, naturalmente dan pie a una inyección de un brío —lamentable— de miedo y angustia en la sociedad de Zacatecas.

Partir de que, en efecto, tenemos un problema grave de violencia, es reconocer, en primer término, que se sabe de lo que adolece nuestro estado y nuestro país. Por segundo, es entendible que, al calor de los sentimientos del momento, se hayan dado tantas declaraciones de odio, de rencor, de grosería, de clasismo, contra las autoridades del Estado, aparte de que es su uso constitucional de libre expresión, y el de los medios, su libertad de prensa. Respetable.

Es el presente tema, el de la inseguridad y violencia, que quien esto escribe, ha estudiado desde hace ya varios meses, y me da una oportunidad moral de verter esta opinión, con conocimiento de causa, haciendo un análisis de realidades.

Un intento de fuga de reos del Cerereso de Cieneguillas, que, gracias a la movilización de las corporaciones policiacas y Ejército, quedó solo en eso, un intento. Y no cuesta mucho entender que, si trabajaron una fuga es porque, dichos sujetos, fueron privados de su libertad, por delinquir y generar violencia; es decir, se ha hecho frente de una manera asertiva en no ceder ante la impunidad. 

Tal vez la forma de comunicación gobierno – sociedad, no es la más efectiva en este sentido, pero lo relevante son los números. En el último año, 3 mil 332 detenciones, de las cuales mil 639 fueron vinculadas a proceso y 716 recibieron ya una sentencia condenatoria. Saque conclusiones.

El uso de la expresión: “al pueblo, pan y circo”, y otras, que fueron utilizadas para repudiar al gobernador David Monreal, al hacer alusión a la decoración y encendido navideño, en comparativa con los vehículos que fueron incendiados, es para mí, en franca realidad, una falta de respeto para la gente que disfruta y tiene derecho al ocio, a la libre asociación. Es tratar de pasarles por encima intelectualmente, lo cual, me parece un nivel muy bajo de argumentación.

Me merece la misma opinión, quienes minimizan a la gente que votó por el partido Morena y por el gobernador del estado, y argumentan que ese es el “mal” de Zacatecas, que ha sido el “peor error” condenando en tono despectivo a los electores. Y olvidando la memoria histórica de esta situación. Yo me pregunto, ¿a quién van a poner, quienes piden renuncias inmediatas? ¿Realmente otra fuerza política le dará la tranquilidad a nuestro estado de un día para otro?

Mucho aportarían los académicos, los expertos en el tema, en poner a disposición sus argumentos para tratar de resolver lo más pronto posible el más urgente problema de nuestro territorio: la inseguridad. Pedirles parece mucho ya, a nuestros tan limitados legisladores, esos que se suben a un golpeteo político y nada aportan para solucionar, nada. Se hablaba desde unos meses atrás que estaban trabajando una iniciativa para la creación de una nueva policía, hoy nada se sabe sobre ello. Claro que sí, es un llamado a que pongan en práctica el escaso talento con el que cuentan, en ayudar a sus votantes, en eliminar el ambiente inseguro que viven.

Se requiere seriedad, sobriedad y elementos, para tocar esta tan delicada problemática. Pero reitero que, como lo he compartido anteriormente en este espacio, no se debe enfrentar la violencia con más violencia. Entender que esa política usada en sexenios pasados, es el error del que hoy padece nuestra lastimada sociedad. Tratar de combatir balas con más balas, es empoderar al crimen organizado, es hacerlo ver como el enemigo que quieren exterminar y eso, es llenarlos de valentía, de agallas y capacidad de fuego, es dotarles de más odio, es expandir más los ya grandes ríos de sangre.

La atención de las causas, me queda claro, es la solución más efectiva, pero también es lenta, más de lo que se cree, por ende, desesperante; pero no se debe renunciar al anhelado estado de paz. Lo más prudente, me parece, es dejar de ver el tema como político y asumir que todos podemos sumar desde nuestras trincheras. La atención en los niños, en los jóvenes, no olvidar los valores, el deporte, el arte, hacer a las personas más humanas, eliminar el machismo, todas y todos podemos con eso, es una tarea de conjunto. Recordar siempre, que los buenos somos más y juntos podemos.


*Analista


Hablemos de seguridad… y algo más | La responsabilidad como mística de servicio

Hablemos de seguridad… y algo más | La responsabilidad como mística de servicio

Andar las vías | Terapias eficientes para los problemas emocionales 

Andar las vías | Terapias eficientes para los problemas emocionales