Hablemos de seguridad… y algo más | La participación social en la prevención

Hablemos de seguridad… y algo más | La participación social en la prevención

“Cuando hayamos construido algo bueno e inmortal, entonces habrá valido la pena nuestro camino terrenal; trascendiendo en el recuerdo de los vivos y abrigados por el universo”

 

Diego Varela de León*

En la idea encaminada a exponer de una u otra forma el tema de la prevención, sin la intención dar recetas infalibles, pero sí, modos y formas que puedan delinearse sobre un tema estructural y complejo, y exponer en forma abierta y franca una serie de temas sobre los cuales debatir  y analizar para que como sociedad avancemos sobre iniciativas concretas en la participación ciudadana y es el tema de temas que no solo nos preocupa sino que nos ocupa y que en el pecado podremos seguir llevando la penitencias mientras no se hagan acciones conjuntas ciudadanía e instituciones en temas torales que nos atañen a todos.

Un tema tan sensible que durante años fue desatendido y nunca se le dio la importancia que reviste como lo son otros tantos temas igualmente importantes en el desarrollo de nuestras comunidades, de nuestros estados y por supuesto de nuestro país, que por momentos parece desgajarse o diluirse como agua entre los dedos por los índices de criminalidad en los que a menudo resulta la ciudadanía afectada, y mientras la sociedad e instituciones no logren esa conjunción en las capacidades necesarias para procurar eficiente y eficazmente conjugar acciones de prevención legítimas ante el crimen y la violencia..

Y sin duda uno de los caminos más asequibles a seguir es el de la seguridad ciudadana, que es una de las dimensiones de la seguridad humana y por lo tanto del desarrollo humano que involucra la interrelación de múltiples actores, condiciones y factores entre los cuales se encuentran la historia de las estructuras del Estado y la sociedad; las políticas y programas de gobiernos; la vigencia de los derechos económicos, sociales culturales; y el escenario regional e internacional, obviamente desde una perspectiva de los derechos humanos que permite abordar la problemática de la criminalidad y la violencia y su impacto en la seguridad ciudadana mediante el fortalecimiento de la participación democrática y la implementación de políticas centradas en la protección de las personas, en lugar de aquellas que primordialmente buscan afianzar la seguridad mediante la reacción o lo que es peor la represión.

Si bien el derecho internacional de los derechos humanos se encamina a la protección irrestricta del ser humano, cuya prevención y control es y deberá ser el objetivo de las políticas sobre seguridad ciudadana, y los Estados se encuentran obligados por un plexo normativo que exige la garantía de derechos particularmente afectados por conductas violentas o delictivas; el derecho a la vida; el derecho a la integridad física; el derecho a la libertad personal; el derecho a las garantías procesales y el derecho al uso pacífico de los bienes. Las obligaciones de los Estados miembros respecto a la seguridad ciudadana también compromete el derecho a la garantía procesal y a la protección judicial; el derecho a la privacidad y a la protección de la honra y la dignidad; el derecho a la libertad de expresión; el derecho a la libertad de reunión y asociación; y el derecho a la participación en los asuntos de interés públicos. Y en un sentido más amplio, respecto a la seguridad ciudadana también se incorporan medidas de garantía de los derechos a la educación, la salud, la seguridad social, el trabajo, entre otros. Considerando que la seguridad ciudadana se mengua cuando sociedad e instituciones no logran esa conjunción de acciones encaminadas al abatimiento de los índices de inseguridad.

Y debemos entender que los agentes de la policía son los representantes de una organización integrada dentro del contexto social de la población, exponentes de una continua evolución hacia la modernización y adecuación del colectivo profesional de la Policía hacia eficientes, eficaces y reconocidos estilos de trabajo. La permanente respuesta a las demandas ciudadanas, han condicionado un proceso de cambios estructurales y funcionales traducidos en el progreso de la gestión policial, pues los agentes policiales deberán tener siempre en mente que su actuar es una filosofía y no una táctica específica, y este es un concepto proactivo y descentralizado, diseñada para reducir los niveles de delincuencia, y desorden y por extensión, la sensación o percepción de inseguridad, mediante la inmersión intensiva del mismo agente de policía en la comunidad durante un período permanente, de forma que los ciudadanos desarrollen la cohesión y confianza suficiente para colaborar con la policía, proporcionándole información y cooperación, además de una participación proactiva en todos los procesos para lograr la tan anhelada idea de vivir en un entorno libre de violencia en todas sus manifestaciones y si, solo si, hay estas condiciones, juntos ciudadanía e instituciones podrán lograr mejores estadios en un tema que sin duda nos afecta y nos atañe a todos.


*Libre pensador, amante de la música, la lectura y el deporte



**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.


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