EUROCÁPSULA | QUINTO CAMPEONATO DE EUROPA DE FÚTBOL YUGOSLAVIA 1976
JOSÉ ORTEGA
ZACATECAS, ZAC.- Disputada del 16 al 20 de junio de ese año y con dos sedes: Belgrado y Zagreb. La composición de los grupos de la fase clasificatoria para el torneo sorprendió a todo el mundo. Holanda y Polonia, segunda y tercera en el mundial anterior, debían competir, junto con Italia, en un verdadero “grupo de la muerte”. Finalmente, el equipo naranja consiguió clasificarse por muy poco para la primera fase final en un país de la Europa del Este.
Alemania como vigente campeona de Europa estaba presente en esta edición tras una nada fácil eliminatoria en fase de grupos en la que venció a España con un futbol anodino. Completarían el cuadro la anfitriona Yugoslavia y Checoslovaquia, que había superado a equipos de alto nivel como Portugal e Inglaterra y venciendo en la primera ronda a la URSS.
En semifinales el favorito equipo holandés sucumbió ante Checoslovaquia. Los espectadores asistieron a Zagreb bajo una fuerte lluvia, a uno de los partidos más dramáticos de la historia de la Eurocopa que tuvo un merecido vencedor (Checoslovaquia). El que quizá ha sido el mejor equipo holandés de todos los tiempos, el de Johan Cruyff, que ya no pudo disputar la final.
En la segunda semifinal, la anfitriona Yugoslavia se lanzó impetuosamente sobre Alemania, que defendía el título, y se adelantó por 2:0. Pero los germanos, de espíritu combativo y con la fortuna de su parte lograron empatar gracias a los goles de Heinz Flohe y Dieter Müller. Ya en la prórroga, Dieter Müller marcó 2 goles más y el equipo alemán pudo celebrar el acceso a su tercera final europea consecutiva. En la final, el resultado sería aún más apretado.
Los alemanes perdían nuevamente por dos goles y de nuevo consiguieron empatar gracias a su peculiar combatividad que los ha caracterizado siempre. Segundos antes de que se completaran los 90 minutos. Bernd Holzenbein, con un gol de cabeza, forzó la prórroga en la que no hubo goles. Sería la primera gran final europea que se decidiera en la tanda de penaltis. Después de que Masny, Nehoda, Ondrus y Jurkemik acertaran en la portería alemana y Bonhof, Flohe, y Bongartz en la checoslovaca, le llegó el turno a Uli Hoeneb. El delantero bávaro pateó el balón al oscuro cielo de Belgrado y a continuación Panenka transformó su lanzamiento con una sangre fría increíble y a media altura por el centro de la portería y con ello Checoslovaquia acababa de proclamarse por vez primera, campeona de Europa.