En busca de justicia | La presidencia de la República
“En el sistema político mexicano, el presidente de México tiene facultades parecidas a un monarca, toma decisiones unipersonalmente que afectan o benefician a la sociedad”.
*Pedro Jasso Carrillo
Las amplísimas facultades que tiene el presidente de México, proceden de la Ley, y de una serie de circunstancias del más variado carácter, que hacen que los grupos poderosos del país, participen activamente en elegir al presidente en turno.
El presidencialismo en México, viene a consolidarse a partir del año 1924 con personajes importantes en la vida política, como el Gral. Plutarco Elías Calles y con el Gral. Lázaro Cárdenas del Río. Figuras representativas del México posrevolucionario, quienes fueron amigos, pero con el paso del tiempo, por motivos políticos esa amistad terminó y se puso fin al Maximato y con ello dio inicio a lo que ahora conocemos como el presidencialismo.
Lo cierto es que, la Constitución de 1917, creó un ejecutivo extraordinariamente poderoso, que de ahí emana varias facultades que goza el presidente. En el sistema político mexicano, el presidente de México tiene facultades parecidas a un monarca, ya que toma decisiones unipersonalmente que afectan o benefician a la sociedad, que no pueden ser contradichas por nadie, ni por ninguna institución, también tiene facultades extra-constitucionales que consistente en potestades que nos están previstas en la Ley.
Por ejemplo, la iniciativa de ley, es un derecho que otorga la Constitución al ejecutivo federal, lo que hace mayor su poder, si el ejecutivo manda una iniciativa al congreso, tiene la ventaja de que, si se tienen mayoría en el congreso o saben crear acuerdos con las otras fuerzas políticas, llevan a cabo la aprobación de dicha iniciativa que puede llevar errores o inconsistencias. La Constitución Federal establece lo anterior en su artículo 71, en el cual el presidente es una de las figuras principales para iniciar leyes en nuestro país.
De los problemas más importantes y de mayor impacto en México, en el tema del presidencialismo, es el menoscabo de la soberanía nacional, porque el ejecutivo propone a la mayoría de los funcionarios públicos, lo que limita la autonomía y la toma de decisiones por parte de los que encabezan las dependencias federales, gobiernos estatales y congresos locales y congreso de la unión, lo que da como consecuencia, la concentración del poder.
En este sexenio encabezado por Andrés Manuel López Obrador, el poder judicial se ha envuelto en noticia mediática, al contravenir algunas decisiones del presidente, que del todo, no pueden cristalizarse, porque el presidente tiene a su cargo el presupuesto, y puede en algunos casos, establecer restricciones en contra de los demás poderes constituidos, pero también el poder judicial, tiene la facultad de contrarrestar las decisiones del presidente mediante el amparo.
Lo que, si es benéfico, el debate de ideas entre los poderes constituidos, enriquece la democracia y las instituciones para tener un mejor país, más plural, con mejores perfiles para ocupar la presidencia de la República y demás cargos públicos.