El sentido del derecho “In actu” | Donald Trump es el presidente número 47 de los Estados Unidos de América
“El político piensa en la próxima elección; el estadista, en la próxima generación.” -Otto von Bismark.
Oscar Gabriel Campos*
El pasado martes 5 de noviembre se llevó a cabo el proceso electoral en el que se eligió al próximo presidente de los Estados Unidos de América. Sin duda alguna, todo el mundo estamos a la expectativa del resultado, pues si bien, ya no es el líder hegemónico de la economía global, el vecino país del norte sigue siendo grande y su actuar en el interior de su territorio, evidentemente transforma las políticas del globo entero.
Noam Chomsky decía que en la Unión Americana no existe un sistema de partidos ni tampoco uno bipartidista, pues para él tanto los Partidos Republicano y el Demócrata son las dos caras de una misma moneda. En lo político oscilan entre la socialdemocracia y el liberalismo democrático, sin embargo, en lo económico, son lo mismo. Son de ideología capitalista, por lo que sus decisiones monetarias son en aras de reproducir y expandir las condiciones del gran capital internacional para generar la acumulación y la reproducción del plusvalor a costa de la misma humanidad.
En ese sentido, la victoria del republicano Donald Trump de hace 3 días sobre la vicepresidenta demócrata Kamala Harris, al obtener más de los 270 votos electorales necesarios para obtener el triunfo, marcan un parteaguas que, a partir del próximo 20 de enero de 2025, se vislumbra que cambiará nuevamente al mundo.
De entrada, habría que mencionar lo histórico del hecho, solamente el presidente Grover Cleveland en el siglo XIX había tenido la oportunidad de presidir la máxima magistratura estadounidense en dos ocasiones de forma no consecutiva, siendo su primer periodo de 1885-1889 y posterior a una derrota en su reelección retomó el poder en 1893. El expresidente Trump logró lo mismo en este siglo XXI, siendo presidente por primera vez de 2017 a 2021, perdiendo en su reelección y ganando de nueva cuenta, no obstante, hasta este año.
Para México, el resultado se ve desalentador, en su primera presidencia Donald Trump logró desaparecer el Tratado de Libre comercio de América del Norte -TLCAN- entre Estados Unidos de América, Canadá y México después de más 20 años de existencia, y fomentó las condiciones para un nuevo acuerdo comercial trilateral, Tratado entre México, Estados Unidos de América y Canadá en adelante: El T-MEC, cuya característica es que en sus capítulos establece la revisión de dicho tratado internacional cada seis años. Es decir, el próximo año, el 45º y 47º presidente 1norteamericano tendrá que participar en las negociaciones y revisiones de la permanencia o no en el T-MEC.
En aquel 2018, tanto el equipo del expresidente Enrique Peña Nieto como el presidente electo del momento, Andrés Manuel López Obrador, se unieron para negociar lo mejor que se pudiera para México. En esta ocasión solo participará el equipo de la presidenta Claudia Sheimbaum Pardo, de la cual solo esperamos lo mejor y un buen ejercicio de buena argumentación y convergencia económica para la región de América del Norte.
El futuro y dependencia de nuestro país con los Estados Unidos de América es evidente, un hecho y para muestra es que el 80% del mercado exportador mexicano se concentra con los estadounidenses, lo que implica buscar cómo tener una buena relación bilateral con miras al desarrollo económico y de los derechos humanos de la región.
Toca a la Secretaría de Relaciones Exteriores gestionar una política de negociación para protección de nuestros connacionales que se encuentran por diversas causas en el vecino país del Norte, toda vez, que el discurso del presidente electo Trump es en contra de los inmigrantes, habla de construir muros, regresar a sus países a las personas que se encuentren de manera ilegal en los Estados Unidos de América, situación en la que se encuentra millones de mexicanos y de otras latitudes del globo que además ingresan por nuestro país, ardua tarea para el Canciller Juan Ramón de la Fuente, que por el contrario tendrá que trabajar en la construcción de puentes.
“Ubi labor - ibiuber / Donde hay trabajo hay abundancia”.