El Espectador | Todo va a estar bien

“Te miras al espejo”

Alex Bravo*

Te levantas por la mañana, te miras al espejo y aunque miras algo que te gusta, no puedes evitar sentir que algo te hace falta. ¿Qué? No lo sabes. Por alguna razón, te sientes solo. Habrá quien te diga, que ya es tiempo de buscar una pareja, que la vida es mejor compartida, y que no puedes quedarte sin conocer el amor. También habrá quien te diga, animo, todo llegará a su tiempo, aunque en el fondo, tú deseas estar ya con alguien. ¿Por qué resulta difícil aceptarse, sentirse que se está solo? 

Supongo que, porque es reflejo de la falta de interés que hay de otras personas por compartir nuestros mismos intereses, nuestras mismas pasiones, conocer a alguien con quien realmente se puede estar desnudo y no sentirse atacado.

De repente llega alguien y te dice, tranquila, todo va estar bien; como si el bien fuera a solucionar toda la mezcla de emociones que recurren desde el interior de cada ser. No hay nada de malo en querer abrazar las sábanas de un refugio que haya en nuestra habitación, considero que es mejor estar ahí, que intentar crear falsas relaciones con alguien. Aunque también cuando las preocupaciones acechan, y la enfermedad nos rodea, anhelamos ser cuidados por alguien que nos brinde cariño, protección y amor.

Hay gente que no sabe apreciarlos, por eso creo que es mejor a veces estar solo. Sentirse que uno está solo, aun rodeado de muchas personas, a eso, eso se le llama soledad existencial. Compartir todas tus pasiones y que la otra persona no corresponda eso que te hace sentirte vivo, y pleno.

Eso es experimentar la soledad. Sentirse solo, aun en compañía de otros. Muchos experimentan esta experiencia, aun así, la evitan y prefieren entregarse al desinterés de los otros. Pero déjame compartir lo siguiente: “No hay nada de malo en estar solo, y elegir seguir solo es un acto de rebeldía”. Lo digo porque el problema no es el significado que hay en “estar solo”, el problema es no mostrar una actitud frente al hecho de estar solo. Es evidente sentir que con otros te sientas más solo, pero también descubrir que estando solo, es cuando más acompañado te sientes.

La sociedad nos empuja a crear un círculo social para alcanzar el mayor bienestar. Pero la soledad es igual a un encuentro íntimo, con la mejor parte de ti. En espacio que brindas para descubrir que aún y en el más duro invierno, habita un verano invencible. Encontrarse solo, puede resultar una oportunidad para descubrir las propias debilidades, pero igual para sacar mayor provecho de las propias fortalezas. El aislamiento existencial, es elegir alejarse de todo lo que resulta nocivo, más bien, es saber elegir con quien si se quiere rodear y con quién no. “Mi soledad no depende de la presencia o ausencia de las personas; al contrario, odio a quien sobra mi soledad sin, a cambio ofrecerme compañía de verdad. (Nietzsche) Solo quiero agregar, que no hay mejor compañía, que con la de uno mismo. Con una misma y por eso, hay que abrazarnos aun cuando nos sentimos solos.….

Hasta la próxima.

*F.H.E.