El espectador | Ser trans
“No todas las personas”
Alex Bravo*
Para la American Psychological Association; el término transgénero se refiere a las personas que tienen una identidad o expresión de género que no se ajusta a aquella que típicamente se asocia con el sexo que se les asignó al nacer.
A su vez, refiere que el prefijo "trans" se usa a veces para abreviar la palabra "transgénero". Aunque se debe recalcar, que la palabra transgénero generalmente tiene una connotación positiva, sin embargo, no todas las personas cuyo aspecto o conductas no coinciden con su género se identificarán como personas trans.
Dicho de otra manera, se nace siendo hombre, pero conforme ese varón, va creciendo, se percata que no se adapta a su cuerpo. Se siente diferente, a lo que le dicen que tiene que ser. Así que crece, teniendo muchas preguntas, antes que respuestas, posiblemente sintiéndose solo, sola, en silencio y con miedo. Cuando es pequeño, pequeña, puede experimentar incomodidad, pero conforme va creciendo, se intensifica más. Al nacer, le pusieron un nombre, pero cuando es mayor, ese nombre deja de existir, para dar paso a un ser nuevo. Uno acorde a lo que le haga sentirse cómoda, cómodo, consigo misma, consigo mismo.
El hecho de emprender, “una transición de un yo, a un nuevo yo” puede convertirse en un principio en una dura batalla. Primero consigo mismo, consigo misma, porque no basta con solo cambiarse de ropa, maquillarse y salir a la calle. La transición, puede llegar a implicar también grandes cambios. Por consiguiente, una vez que se decide comenzar a existir como una persona trans, que se elige borrar, quitar y eliminar todo lo que fue una vez, cabe en la posibilidad, de que logre ser rechazado, primero, por su entorno familiar y posteriormente, por el grupo social. Ahí, la importancia de poderse sentir abrigado por sus seres queridos, quienes se convierten en un pilar de todo este proceso, es un factor importante. Porque emprender el cambio a ser-trans, se tendrá que lidiar en contra de la discriminación, las miradas y repercusión, solo por mostrarse diferente. Por lo que sentirse acompañado, acompañada, otorga una posibilidad de apreciar la compañía de alguien que le entiende, lo que hará menos sola la transición.
Si un niño o una niña entre los 10 y 12 años, llega a casa y dice que se identifica como un ser-trans, es importante que, como madre o padre, no pierdan la calma, y menos miren un mal. Antes de caer y cegarse por algún prejuicio, se debe mirar que muchos niños y niñas, hoy en día, tienen acceso a todo tipo de información, por lo que buscar, indagar para querer encontrar una respuesta a todo lo que están sintiendo, los hace quedarse con lo primero que encuentran, porque los convence con lo que dicen tener. Y ese puede ser un primer gran error.
Muchos especialistas, entre ellos, médicos, psicólogos y psiquiatras, recomiendan siempre la importancia de realizar una búsqueda exhaustiva. Especialmente, porque la transición de un chico a chica o de una chica a chico, ha ido en incremento durante los últimos años. Un tema, que no se puede omitir en los centros educativos, en las instituciones formativas y en las clínicas de salud. No hacerlo, puede caer en el error de cometer juicios precipitados.
Hay muchas teorías que intentan explicar, el por qué de pronto una niña o niño, se comienzan a describir como trans, pero la única verdad radica en la individualidad de cada niña y niño, en su propia identidad y con el cuerpo que siente.
Hasta la próxima.