Dialéctica Moral | ¿Es momento de la legalización de las drogas?

Dialéctica Moral | ¿Es momento de la legalización de las drogas?

“…y con ello se haga frente a los grupos delictivos, afectando su operación y restándoles sus principales activos de comercio y tránsito, disminuyendo poco a poco sus células, hasta reducirlas a lo más mínimo. O, ¿podrá esto tener más efectos negativos que las tasas altas de homicidios y feminicidios que tenemos hoy a causa de tal problemática?”

 

Pedro Esparza*

Al momento de escribir esta columna, acaba de suscitarse un hecho armado en el centro histórico de la ciudad. Junto con ello, la más reciente de mis lecturas «Morir es un alivio» de la doctora en ciencias políticas Karina García Reyes, han servido como inspiración para tratar este y otros temas.

Al cuestionar si estamos ante el momento idóneo de legalizar las drogas en México, quiero referirme a dos aristas esenciales a discutir en dicho sentido. El de salud pública en primer lugar, y en segundo, el de la violencia que impera en nuestro país y en nuestro estado generada por el narcotráfico.

Como bien es sabido, las políticas prohibicionistas surgen en los Estados Unidos, declaradas por el presidente Richard Nixon, con la finalidad de perseguir a líderes estudiantiles que en esa época se oponían a la guerra de Vietnam y que consumían pequeñas cantidades de mariguana, sin una evidencia científica que diera para justificar tal restricción. El contexto es para resaltar que se inició esta narrativa, y se mantiene hasta la fecha con fines políticos.

Para iniciar, el estudio realizado, define que, la clasificación de las drogas no es tan puntual, no se basa en evidencia estrictamente farmacológica, es decir, no responde a las propiedades de cada una de las sustancias. Por consecuente, la división que conocemos de las drogas, de buenas o malas, o bien, de legales e ilegales, es ambigua. Algunos números al respecto.

Para el año del 2020, en México de una muestra de 1700 defunciones relacionadas con sustancias psicoactivas, se arrojan las cifras siguientes:

Estimulantes Tipo Anfetamínico 285, Cocaína 90, Mariguana 96, Tranquilizantes 49, Opio/Morfina 19, Barbitúricos 27, Inhalables 10, Alucinógenos 1, Anticolinérgicos 1, Antidepresivos 3, y otros Psicotrópicos 67, mientras que la droga del Alcohol 1052.

La estadística anterior resalta que las muertes por drogas en México más del 90% son causadas por el alcohol; sin mencionar las que también provoca el tabaquismo, que en promedio anual genera unas 60,000 muertes, y como todos lo conocemos, estas dos sustancias, irónicamente las que más defunciones provocan, son legales, contrario al bajo índice que provocan las que no son permitidas.

Todo esto es lo que me lleva a pensar si el momento actual es el adecuado para legalizar dichas sustancias, y con ellos contrarrestar el grave problema de inseguridad.

Pensar en primer término que, legalizando, se abra el mercado para la iniciativa privada o alguna empresa del estado, y con ello se haga frente a los grupos delictivos, afectando su operación y restándoles sus principales activos de comercio y tránsito, disminuyendo poco a poco sus células, hasta reducirlas a lo más mínimo. O, ¿podrá esto tener más efectos negativos que las tasas altas de homicidios y feminicidios que tenemos hoy a causa de tal problemática?

Si los intereses económicos existen aquí, hay que imaginar las grandes sumas de dinero que dejaría la recaudación de impuestos, que es lo que más incómoda y perjudica a los dueños de empresas cerveceras y tabacaleras.

Ha existido por años la creencia de que las drogas ilegales producen daño, o que los consumidores son peligrosos, pero hablando de consumo es errático el concepto, lo perjudicial es cuando se crea la adicción, lo cual, sí debe tratarse como asunto de salud pública o en su caso, salud personal, pero no como problemática delictiva o criminal, porque no existe aún evidencia científica que demuestre que el solo consumo ocasional se refleje en conductas ilegales. Agregando que por prohibiciones de estas sustancias se viola el derecho al libre desarrollo de la personalidad. No quiero decir que esta tesis no produzca que se llegasen a generar conflictos con el mal uso de las sustancias, pero aquí es donde las políticas públicas de los tres niveles de gobierno deben de ser reales, fuertes y protectoras, enfocadas en puntos estratégicos —como debió ser siempre—, así como los valores domésticos, que nos atañen a todos como familia y sociedad.

 

*Analista político/paec19@gmail.com

 

**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.

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