La familia | Lo mejor para los nuestros

La familia | Lo mejor para los nuestros

“La inteligencia, la educación y el aspecto físico son factores importantes, pero sobre todo, la gente se define por lo que elije libremente hacer o no hacer”

 

Susana Sánchez*

Muchas veces en este espacio hemos comentado la importancia que tiene la formación de nuestros hijos en la construcción de una mejor sociedad que pueda evolucionar positivamente y genere un mejor mundo.

Últimamente se ha presentado mucha expectativa en torno a una película que, en principio es para niños –mi postura personal es que no lo es-  y que exhibe de manera explícita temas controversiales como la homosexualidad. Quiero aprovechar este espacio, no para generar polémica, sino para invitar a los lectores a hacer una reflexión profunda sobre la educación que muchos padres queremos para nuestros hijos.

En múltiples ocasiones hemos hablado de dones, valores, virtudes, ejercicios de libertad, de voluntad, de mejora y de trascendencia. Todos ellos caben en este tema sobre quién educa a los hijos, si es válido que los medios de comunicación, las redes sociales, la moda o la presión social nos fuerce a ceder el lugar que como progenitores nos corresponde por derecho propio.

Y es que más que hablar sobre ideología de género, homosexualidad, movimientos sociales, derechos adquiridos, luchas o pugnas, debemos concentrarnos en fomentar la capacidad de discernimiento en nuestros hijos, generando en ellos la habilidad de pensar con libertad, pero con juicio, con la verdad y con un pensamiento formado siempre en la esencia del ser humano.

Y es que, en cualquier acción que tienda a la depravación del ser humano, que invite a las conductas que van contra la esencia misma de la persona y que no abonan en un crecimiento integral, los padres tenemos todo el derecho a desecharlas, a construir defensas que los dañen y sobre todo a explicarles con absoluta claridad cómo está el mundo, que es lo que está pasando, que está bien, que está mal y que cae en el campo del relativismo. Eso sí, todo con absoluto respeto y partiendo de la base del amor y de la consideración de que lo reprobable no es la persona sino el hecho.

También debemos recordar que existe un límite entre lo público y lo privado y que cada vez más rebasamos, como por ejemplo en el ámbito de la sexualidad, la cual de manera cada vez más descarada se expone, cuando es algo totalmente privado. Normalizamos conductas y perdemos la capacidad de asombro cada vez con más facilidad.

Como padres nos corresponde permear en nuestro tiempo todas las influencias que nos hagan perder nuestra dignidad como personas y combatir, con firmeza, desde la razón, desde los valores y desde nuestro propio buen juicio las mentiras y las influencias que buscan destruir a la familia.

El desarrollo de una sociedad no necesariamente va de la mano del relajamiento o desconocimiento de sus valores, muy al contrario, la tan defendida innovación y modernidad que va de la mano de la idea de desechar tradiciones y valores familiares tiende tarde o temprano a su propia extinción.

Finalmente, si como papás deciden que sus hijos vean o no esta o cualquier otra película que busque imponer determinada ideología, es una decisión que les corresponde únicamente a ustedes, esto sin excluir o evitar la responsabilidad de hablar sobre este tema o sobre cualquier otro que trastoque nuestros valores, esto es, si o si debemos de hablar con ellos siempre, buscando un dialogo abierto, basado en la verdad, en el discernimiento y en el profundo amor que les tenemos.

Lo verdadero, lo bueno y lo bello siempre se impondrán a la mentira, aunque parezca que esta es la que triunfa, pero somos nosotros, los padres, quienes debemos señalarlo con absoluta valentía, siendo consecuentes y congruentes, ejerciendo nuestro papel de padres, siendo claros y contundentes a la hora de exigir el derecho que tenemos a que a nuestros hijos los educamos nosotros.

 

*Maestra en Educación Familiar

 

**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.

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