Andar las vías | Vivan las trabajadoras que nos ayudan con el quehacer en nuestros hogares

Andar las vías | Vivan las trabajadoras que nos ayudan con el quehacer en nuestros hogares

“Las pocas trabajadoras domésticas que se enteraron que el 30 de marzo desde 1988 es su día, con fecha escrita para festejarlas y reconocer que su ayuda vale mucho y más”

 

Luna Morena*

Hasta estas fechas hemos pasado diferentes aniversarios, hubo quienes pudieron asistir a algunos, otros a ninguno y los demás ni se enteraron. Pero no por eso se pierde la importancia de estos eventos, ni la planeación que cada uno necesita desde muchos días de anticipación. Esto se hace con el fin de darle un mejor realce al lugar y una mejor presentación.

Desde luego que también se piensa en los asistentes al importante evento, por lo que mucho antes ya han identificado a todos aquellos que saben la indumentaria que se lleva en esos casos.

Llegan tan estirados que hasta parecen eléctricos y solamente adiestrados a caminar del brazo de la compañera, la cual evita todo comentario que pueda echar a perder su maquillaje.

Personajes así, son asiduos asistentes a los eventos que se anuncian con una distinción que se lleva bien con ellos, no importa que lleven los mismos trapos, ellos van elegantísimos de pies a cabeza.

Pero justo el 30 de marzo es día de que los manteles largos se hagan presentes, junto con la convivencia que entre el festejo por esta fecha pueda surgir. Las convivencias como la que se da en este día, me atrevo a asegurar que no existe otra que se le iguale. Aquí nadie se preocupa por el traje, ni por que se caiga el maquillaje; tampoco por dar un mal momento al qué dirán, o por comer sin llevar un orden; aquí la sencillez, la sinceridad, la cordialidad y el afecto son el común denominador; nadie se cree más que nadie, nadie llega presumiendo nada y se sientan donde encuentran silla vacía.

Lo que sucede entre la mayoría de las muchachas que nos ayudan con las faenas de nuestras viviendas, es que ahí sobresale la patrona gandaya, la coda, la fijada, la delicada, la abusiva, la desconfiada, la molona, la hija de su madre y otras tantas con sus apodos bien ganados. Así que ojo con esas patronas que por más que su muchacha hace por dejar todo ordenado y pulcro, nunca le dan gusto, porque siempre encuentra: que si en una esquina, que si bajo la cama, que si sobre la mesa o el televisor, una mancha fea dando mal aspecto a la casa.

Lo bueno de esta época es que ya nadie aguanta esas espinas y como llegaron las trabajadoras, se van.

Ahora existe en algunos estados, el derecho para asegurar a estas señoras tan activas, también el derecho a recibir un sueldo digno, un buen trato, y que sean respetadas por la familia donde han sido contratadas, para desempeñar este trabajo tan difícil, tan pesado y tan interminable.

Apenas pasó el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, de las Trabajadoras Domésticas y fueron pocos los que se dieron por enterados y muchos los que consideran esta fecha sin nada interesante y sin mayúsculas que valgan.

Alguien me contó que se acordó hasta que su muchacha le dijo que era su día de celebración, que ella no debía estar trabajando; así que todo apenado la mandó a su casa para que se festejara.

El quehacer de ama de casa es interminable, nunca descansan del trabajo de ayer y ya amaneció. Vivan las señoras que nos ayudan con las duras tareas, que día con día están a la orden en nuestras viviendas; sin tantito chance para un descanso ni siquiera para estar agusto y sin presiones; también sin malas caras y sin exigencias, lo cual se vuelve cotidiano cuando llegan los hijos, mismos que con su crecimiento, el trabajo de ama de casa aumenta a ocho columnas. Pero las señoras amas de casa (según dicen) nunca hacen nada, ahí están en la casa bien perezosas, bien desaplicadas y nomás de vida de oquis.

Las pocas trabajadoras domésticas que se enteraron que el 30 de marzo desde 1988 es su día de convivencia especial, con fecha escrita para festejarlas y reconocer que su ayuda vale mucho y más. Por eso son necesarias entre las familias que solicitan su asistencia. 

Aunque sea su día de fiesta, seguro que mejor irían a trabajar, antes que dejar de ganar el sueldo de ese día y como esa es su rutina cotidiana, termina por volverse costumbre, hábito, respiración... luego caudal.

Desde luego que también se conoce entre las domésticas aquellas no dan el ancho para esta actividad y nadie tiene lugar para las perezosas de pasos cansados. Quienes tengan estos síntomas mejor ni se apronte y no esté dando malos ejemplos ni, dejando en mal a aquellas mujeres que diariamente demuestran la destreza que tienen en estas labores. Así que recoja su pereza y a marchar.

*Escritora, poeta y promotora y difusora de la cultura. Soy tres estuches de monerías y casi un montón de cosas.

 

*LAS OPINIONES PLASMADAS EN LAS COLABORACIONES SON RESPONSABILIDAD DE CADA AUTOR, ASÍ COMO SU ESTILO DE ESCRITURA. ECODIARIO ZACATECAS SÓLO ES UNA PLATAFORMA DIGITAL PARA DARLAS A CONOCER A SUS LECTORES.

 

 

Los recursos humanos  en la vida laboral y algo más… | ¿Qué es el comportamiento grupal en el ámbito laboral?

Los recursos humanos  en la vida laboral y algo más… | ¿Qué es el comportamiento grupal en el ámbito laboral?

Autonomía económica de las mujeres | La tragedia del “sueño americano”

Autonomía económica de las mujeres | La tragedia del “sueño americano”