Andar las vías | Si tiene una voz natural, deleitable, amena, melodiosa: se llama Teresa con apelativo Aguilar
“Nada mejor que andar al parejo de la naturaleza, aceptando lo que Dios nos ha dado…”
Luna Morena*
Conocemos artistas que por amor y respeto al público, buscan la manera de embellecerse a pesar del daño que esto pudiera ocasionarles. No importan los arreglitos que se hagan, ya sea en la cara, en sus piernas, o donde mejor les acomode, nunca tendrán la fórmula de la eterna juventud, y los años no transcurren en vano, pasan haciendo, pero muy bien, lo que deben hacer.
Nada mejor que andar al parejo de la naturaleza, aceptando lo que Dios nos ha dado, sin pretender retarlo por nuestras vanidades, que a veces terminan apresurando nuestro fin sin haber dinero que pueda evitarlo.
Los que carecen de voz para interpretar sin agotamiento inmediato, los que no tienen tonada, ni buen oído musical, y además tienen el dinero suficiente para acomodarse lo que no les guste, son libres de hacer y pagar todos los acomodos que deseen. Los que no tenemos dinero nos quedamos con las palabras que alguna vez dijera Ana Gabriel cuando criticaron que fuera vestida con traje sastre a una presentación de siempre en domingo: “vengo a cantar señor, porque yo si canto, y quiero que usted y el público me escuchen, no vengo a un desfile de estructuras”.
De la música no se ha dicho todo, siempre habrá novedades para escuchar, igual que nuevas voces, nuevas intérpretes y nuevas estrellas, que se niegan a andar las vías demostrando los colores de su cantar labriego e inmaculado. Ella disfruta su calidad hogareña, con una felicidad entre sus bellos bordados, su música favorita, y sus boleros aprendidos bajo la lupa de su padre, el distinguido y sensato profesor José González Macías, quien encontraba en ella, en su hija, la voz para cantar que a él le falto.
Las pocas veces que pude observar al profesor cuando su bendición cantaba, me di cuenta lo orgulloso que estaba no únicamente de ella, de Tere, sino de todos sus hijos, ya realizados en la profesión que la mayoría observó ejercer a su padre. Mucho lo complacía escuchar aquella belleza de tonadas de su hija sin necesidad de imitar el color de la voz de Javier Solís, José Alfredo Jiménez, Jorge Negrete y tantos más. También su bendición femenina había nacido para cantar; ella no necesitaba ninguna de las mentadas vocalizaciones, su tonada, su voz estaban ahí, justo donde deben estar, cuando al buen artista se le pide una muestra de esas habilidades.
Que si boleros, rancheras, románticas, revolucionarias, adoloridas, tropicales, ballenatos, valses, no importa; cualquier canción que el público quiera ella nació con el don de cantar por benevolencia de Dios.
Tere Gonzales, distinguida maestra jubilada; agradecida con su padre por tantas canciones que junto a él pudo aprender, por eso su amplio repertorio para gusto y complacencia de quienes esa tarde-noche por suerte la pudimos escuchar, en aquél café de cómoda ubicación, y mejor ambiente. Su acertado matiz en cada una de sus románticas interpretaciones, el colocar la voz como la nota lo vaya indicando, nos hablan de un alumno destacado en su escuela de música. Pero no es así, porque en este caso no hubo una escuela para recomendar y agradecer la enseñanza; nunca hubo dinero para esos Lujos. Las letras de varios boleros para gusto nuestro, nos permitieron a ojos cerrados hacerle coros, y con otros hasta improvisamos coreografías, finalizando con la piel canela (literal), y con las mañanitas por el día del papá. Conociendo nochesita el bolero favorito de su padre, desde el corazón en silencio le dijo: hasta el cielo papá, sabes que te extraño.
Ten el placer de escuchar a Tere González Aguilar, dueña de una voz natural, deleitable, amena, melodiosa. Sin vocalizaciones, sin nada para su garganta, puede cantar por horas sin cansarse; y sucede porque sabe respirar bien, cuando las notas lo van necesitando; porque sabe modular la vos conforme la música lo vaya pidiendo; una enseñanza que se aprende y se domina cantando.
*Escritora, poeta y promotora y difusora de la cultura. Soy tres estuches de monerías y casi un montón de cosas.
**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.