A q u e l a r r e | Vigilancia tecnológica: ¿delincuencia bajo el ojo que todo lo ve?
¿Qué pasa con las cámaras, con los refuerzos policiacos, con los avances de investigaciones para desarticular células delictivas, con la prevención del delito?
Tanya Ortiz*
Los reclamos no son menores por parte de la población zacatecana cuando ocurren hechos delictivos que alteran la vida cotidiana: ¿Y las cámaras? ¿Por qué no persiguen a los responsables mediante el sistema de videovigilancia que hay tanto en Zacatecas como en Guadalupe? ¡De seguro van a decir que las cámaras no funcionan o que estaban apuntando para otro lado!
Y tiene razón. Se supone que la vigilancia tecnológica fue instalada justo para auxiliar a las autoridades a brindar seguridad pública a los habitantes mediante un sistema que le permita obtener control sobre la integridad y el patrimonio, tanto público como privado y con ello, evitar la comisión de delitos que van desde el robo hasta el homicidio, accidentes vehiculares e incidencias diversas.
Lo que las videocámaras registran puede ser de gran ayuda, tanto para las personas víctimas de algún delito, como para que las propias autoridades diriman conflictos y aporten pruebas en un proceso judicial, cual fuere que sea su índole; por supuesto, también sirven para que quien sea acusado, tenga la oportunidad de ofrecer elementos que prueben su inocencia.
Y no son pocas las veces que las autoridades han dado a conocer la importante inversión en equipo de video vigilancia instalada en los puntos de mayor flujo vehicular y peatonal, donde hay comercios en los que se han registrado robos, en puntos focales de ingreso o salida de vehículos, etcétera. Pero tampoco no son pocas las veces que nos han dicho que, en efecto, las cámaras están descompuestas, en mantenimiento, o que simplemente estaban enfocando al lado contrario de donde pasó cierto hecho.
Los hechos ocurridos el sábado en el crucero del puente Luis Donaldo Colosio y ayer en el jardín Independencia son clara muestra de que las cámaras son las que deberían dar los elementos para la búsqueda inmediata de los perpetradores de estos homicidios que sacudieron a la población zacatecana.
Resulta incomprensible cómo es que no se implementaron operativos con el apoyo de los despachadores del C-5 para la ubicación al instante de quienes cometieron tales hechos, y si se implementaron, que se sostenga la idea de no informar nada para no entorpecer las investigaciones, si baste con decir que se hizo una búsqueda implacable gracias a las cámaras, que los llevaron a establecer una línea de investigación, para calmar el ánimo social.
No se pretende que se vicie el debido proceso y después de detener a presuntos implicados, tengan que quedar libres por algún fallo en la integración de la investigación; tampoco se exigen detalles de los hechos, identidad de las personas ni fotografías. Se exige dejar a un lado el silencio… ese rigor mutis que ha dado a los funcionarios de seguridad, a menos que sea para dar cifras huecas que la gente no entiende si no se especifican los hechos.
Y entonces ¿Qué pasa con las cámaras, con los refuerzos policiacos, con los avances de investigaciones para desarticular células delictivas, con la prevención del delito? ¿Qué pasa en Zacatecas que se empeñan en no reconocer la gravedad de la inseguridad?
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*Politóloga, periodista y abogada. Amante de la lluvia, la música y el petricor.
**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.