Andar las vías | Por la vuelta del tren

Andar las vías | Por la vuelta del tren

En este municipio, únicamente con mirar el rostro, los ojos de cada uno de sus habitantes, me puedo dar cuenta, de cuanto añoran  esa máquina de fierro

Luna Morena*

Desconozco en su totalidad el servicio de un tren de pasajeros, pero quienes disfrutaron de su apogeo, con un suspiro de añoranza, y sus ojos mirando a la nada, te dicen lo mucho que extrañan ese medio de transporte por lo económico para viajar, y la facilidad de llevar mercancía para sus negocios, de una manera factible, mas surtida, y con un peso mayor. 

Quienes basaban su bienestar en  tan generosa cauda de comodidad,  viven añorando su tren de fierro y acero, con su ruido de rieles, su silbato, su penacho de humo, y aquél grito de  ¡Vaaaaaaaaamonos!  Anunciando la salida del tren,  para que si algún pasajero faltaba de abordarlo,  lo hiciera a la brevedad posible. 

Siendo un medio de transporte tan grande, tan conveniente para el país, nunca se pensó en su caída, porque, además, municipios importantes, vivían totalmente de los beneficios que por el ferrocarril podían llegar a esas orillas del semidesierto zacatecano. Uno de los afectados es Cañitas Felipe Pescador, lugar donde permanece su abandonada estación del tren. Claro que su autoridad,  sus habitantes, hacen mucho por protegerla y mantenerla  como una atracción distinguida y transitable, pero la  delincuencia sin tantito respeto, se ha ido llevando parte de su  importante atractivo.  

En este municipio, únicamente con mirar el rostro, los ojos de cada uno de sus habitantes, me puedo dar cuenta, de cuanto añoran  esa máquina de fierro, y cuánto les ilusiona la vuelta del tren.  Así lo dice la señora Blanca, mientras prepara sus ya famosas tortillas de harina.  ¡Que vuelva, que vuelva el tren! 

Pero dígale esto a aquéllos que se han molestado por la tala de  árboles en los lugares donde pasará el ferrocarril. Están en contra  del tren,  y a favor de la vegetación, que si por la sombra que pueden aportar, que si porque son alimento importante para las fieras, que es oxígeno, para la humanidad, y atractivo principal para las lluvias.   Es evidente  el daño  que  le hacen al  campo  al dejarlo sin   sus  árboles,  y  pantas, puesto que con esto  también  afectan   mucho a la población, pero también quienes esperan la  vuelta del tren, saben    que  esto es garantizar una  vida más  favorable. Que nada se haga  sin  un estudio a conciencia, y para esto tomar en cuenta las opiniones de los que viven cerca, de los  encumbrados que no saben su provecho, mismos que  viven hablando en contra y en contra,  cuando se trata de  una luz para los pobres.  

No es por nada que parte de la sociedad, anhele que regrese el tren de pasajeros, época desconocida para mí, igual que su ferrocarril tan usado para viajar por su comodidad, rapidez, y nada costoso. 

En cada estación, los negocios tenían venta segura,  por  el turismo que a cualquier hora del día  visitaban  estos lugares,  únicamente por conocer asentamientos distintos a los de las grandes capitales. Otros lo hacían al haber sido atraídos por la muchacha de una tienda de ropa, otros por la que vendía dulces, la que ayudaba en las gorditas,  o la que cantaba cerca de la venta de menudo dominguero y birria.  

 Escuchando  al vecindario de Cañitas Felipe Pescador con sus charlas de añoranza, y todo aquello que se detuvo ante la desaparición del ferrocarril, créanme que ahora yo también quiero la vuelta del tren, quien quite y en una de  esas  aparezca el Juan  que le dijo adiós a la rielera y  todavía  no regresa.  Malvado Juan, tan chula que está la rielera y tu tan  ausente.

Acompañada por el joven Adolfo, un guía fiel todo altruista, nunca sentimos el paso de las horas en este municipio familia Zacatecas y color México: Cañitas Felipe pescador. Aquí la tierra, el aire, el sol, el clima, su gente y  , piden que vuelva, que vuelva el tren de pasajeros.  Si están las estaciones, las vías necesarias con sus tramos importantes,   entonces que vuelva,   si, que vuelva, quiero conocer un tren de pasajeros en vivo,  y  viajar  sobre él,   las veces que sea necesario, arrullada por su ruido rielero, su  silbato viajero, su chirriar de vías.  ¿Cuántos de tantos anhelan por necesidad la vuelta del tren?

*Escritora, poeta y promotora y difusora de la cultura. Soy tres estuches de monerías y casi un montón de cosas.

**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.

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