A q u e l a r r e | Las estadísticas del índice delictivo y la percepción de inseguridad, los números que no cuadran

A q u e l a r r e | Las estadísticas del índice delictivo y la percepción de inseguridad, los números que no cuadran

Para algunos, la inseguridad es una exageración mientras que para otros es un infierno; en Zacatecas vivimos el propio, pequeño o grande, pero lo padecemos

 

Tanya Ortiz*

Lamenta la señora de la tercera edad: “¡Qué pena, falleció tan joven!”. Dice el joven, “No… ya estaba grande, como de unos 35”. El hombre, maduro pero jovial: “Estaba en plena flor de la edad”.

Así las frases cuando nos enteramos del fallecimiento de alguna persona cuya edad es referida como joven o grande, depende de quien la diga: el chamaco dirá que era un “don” porque ya lo veía de edad avanzada. El adulto mayor lo verá joven porque todavía le quedan muchos años por correr, hasta llegar a la edad que él tiene, mientras que alguien que oscila en la edad del occiso, lamentará la muerte de quien ya tiene un camino recorrido, pero todavía le faltaba mucho por vivir.

Depende del ojo con el que se mire, se determina una perspectiva.

Así los índices delictivos en Zacatecas, cuyas cifras ofreció en días pasados el subsecretario de Seguridad y Participación Ciudadana, Ricardo Mejía Berdeja, quien celebró que en los últimos meses hayan bajado a raíz de la implementación de la estrategia Zacatecas II que ofreció el presidente Andrés Manuel López Obrador.

La disminución de homicidios dolosos en un 29% ha permitido que Zacatecas ocupe el lugar 19, lo que lo coloca por debajo de la media nacional. Es decir, no estamos tan mal.

De la cantidad de homicidios que hubo de junio a octubre del año 2021, que fueron 159, de noviembre del 2021 a mayo del 2022 hubo 113. Es decir, va bajando… no estamos tan mal.

En Fresnillo, municipio que sufre el flagelo de este delito de manera constante, los últimos seis meses bajó 31% al pasar de 48 a 33 en promedio mensual. ¡Vaya! Ahí la llevan en El Mineral. No estamos tan mal.

En cuanto a secuestro, Zacatecas registra una tendencia a la baja, según las estadísticas nacionales: en el año 2017 hubo 67, mientras que en el 2021 hubo 17 y en lo que va de este 2022, van solo cinco. ¡Genial! No estamos tan mal.

Por ello la estrategia de seguridad contempla el reforzamiento de la vigilancia y patrullajes en municipios como Apulco, Loreto, Monte Escobedo, Cuauhtémoc, Mazapil, Tepetongo, Villa García, Villa Hidalgo, Melchor Ocampo y, por supuesto, Fresnillo. Más policías en 10 de los 58 municipios zacatecanos.

¿Entonces no estamos tan mal?

Si bien estos números nos dan el referente de que este delito –el homicidio doloso- ha disminuido y esa es la tendencia como para determinar que las cosas están mejor, me queda la duda de ¿mejor que dónde?

Baste preguntar a los fresnillenses, a los habitantes de la capital y de Guadalupe, los municipios donde se registra el mayor índice de homicidios con dolo, si considera que estamos mejor.

Si le preguntamos a los habitantes de Guanajuato, que ocupa el lugar número 8 a nivel nacional en cuanto a homicidios dolosos, o Tijuana, donde se registran 138 homicidios por cada 100 mil habitantes al año, es decir, unas siete muertes violentas diarias, tal vez sí estamos mejor.

En cambio, otra perspectiva nos la ofrecen municipios como San Pedro Garza García, en Nuevo León, donde solo el 16.2% de la población considera inseguro su entorno, a diferencia de Fresnillo que ocupó el primer lugar de la Encuesta Nacional de Percepción de Seguridad del Inegi, con 97.1%  y Zacatecas con 91.7% en marzo pasado.

Ciudades como Mérida, Querétaro, Puebla, San Nicolás de los Garza, San Miguel de Allende, Los Cabos o incluso Tampico, son ciudades con bajos índices delictivos, por lo que se consideran de los lugares idóneos para vivir con tranquilidad.

Entonces, comparados con ciudades con mayor criminalidad, sí, estamos mejor. Con lugares con menor cantidad de delitos, no. Vivimos en una constante zozobra y la gente se siente intranquila. Es la perspectiva.

Para algunos es una exageración lo que para otros es vivir un infierno; en Zacatecas vivimos el propio, pequeño o grande, pero lo padecemos y exigimos a las autoridades que sin pausas, trabajen por librarnos de él.

 

*Politóloga, periodista y abogada. Amante de la lluvia, la música y el petricor.

 

**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.

 

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