Andar las vías | Las dietas como la luna y la sana alimentación

Andar las vías | Las dietas como la luna y la sana alimentación

“Pero las dietas no es necesario hacerlas, dejando de comer, porque el cuerpo sin suficiente alimento pierde nutrientes, fuerza, resistencia, ánimo, salud y brillo”

Luna Morena*

Más de muchas veces hemos escuchado la palabra "dieta" y casi siempre dicha por personas que tienen un sobrepeso con el que apenas pueden marchar por la vida 

Sólo que la comida está tan riquísima que a veces es imposible rechazar innumerables antojitos, los cuales no se llevan bien con ninguna dieta, ni con quienes quieren llevar esa disciplina.

Pero las dietas no es necesario hacerlas, dejando de comer, porque el cuerpo sin suficiente alimento pierde nutrientes, fuerza, resistencia, ánimo, salud y brillo. Se trata de comer con medida desde las proteínas, el potasio, los carbohidratos, hierro, calcio, vitaminas, fibra, minerales, etc. 

Cuando era niña, nuestra dieta o comida diaria eran frijoles, huevo, pastas. Si bien nos iba; comíamos papas o caldo de pollo. Ahora resulta que comer huevo hace daño y para no afectar la salud, es necesario consumir únicamente las claras y desechar las yemas, como si fueran algo pesado, amargo e innecesario. 

Sucede también con nuestras suculentas tortillas, compañeras fieles de nuestro desayuno, comida, cena y uno que otro taco con salsa de molcajete al mediodía, o a media tarde; y para continuar con el deleite, nada mejor que una generosa taza de café de olla, o un atole blanco enriquecido con trigo martajado.

Después de tantos años de vivir consumiendo éstos mismos alimentos todos los días, nos dicen que debemos evitarlos porque pueden perjudicar nuestra salud, que es importante cambiarlos por otros más saludables, donde no sea necesario el excesivo consumo de tortillas; el huevo, la sal, él café y el azúcar. Para esto en nuestros mercados ya se cuenta con una variedad de productos comestibles, que bien pueden suplir nuestras viandas cotidianas, además de aligerar la encorvada estructura siempre llena, entripada y repleta, pero desnutrida. 

No olvidemos que nuestros papás y abuelos día tras día repetían la misma comida, esa comida que los nutriólogos nos dicen que hace daño; pero lo que ellos desconocen es que nuestros abuelos y papás vivieron de 80 a 100 años bajo el mismo régimen alimenticio; desconozco si les parecía bien, pero aunque no les pareciera, era lo único que había. 

Dietas o comidas saludables nunca podrán satisfacer a los de buen y mucho comer, menos a aquellos habituales, que desde el olor empiezan a saborear frotándose el gran estómago ya rebasando el cinturón y perdido del ombligo.  

No hay mejor dieta que la de la luna porque para nadie sería difícil su persistencia, además redonditos, redonditos cómo la luna ya estamos, solamente hay que ir puliendo lo que se quiera salir del jícaro.

*Escritora, poeta y promotora y difusora de la cultura. Soy tres estuches de monerías y casi un montón de cosas.

*LAS OPINIONES PLASMADAS EN LAS COLABORACIONES SON RESPONSABILIDAD DE CADA AUTOR, ASÍ COMO SU ESTILO DE ESCRITURA. ECODIARIO ZACATECAS SÓLO ES UNA PLATAFORMA DIGITAL PARA DARLAS A CONOCER A SUS LECTORES.


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