A q u e l a r r e | Queremos que las encuentren vivas

A q u e l a r r e | Queremos que las encuentren vivas

“En Zacatecas hay mujeres, lamentablemente muchas, que están desaparecidas”.

 

Tanya Ortiz*

Esa imagen que se ha difundido por todos lados, en la que se ve a la joven Debanhi Escobar sola, en la calle, cuya falda y cabello son ondeados por el viento, nos lleva a pensar varias cosas, como: ¿Qué pensaba en esos momentos? ¿Quiénes estaban a su alrededor que no repararon en que era una chica que podría necesitar ayuda? ¿Qué sucedió después que ya nadie supo de ella?

Que sus amigas “la hayan abandonado” en ese lugar es una situación que todavía no está clara, pero más allá de eso, es una información con la que se está consignando, responsabilizando a sus amigas de lo que le sucedió, cuando la realidad es que no debemos culparlas, a menos de que hubiera evidencia de que hayan participado en su homicidio.

Somos muy dados a establecer juicios de valor y sacrificar a la gente sin saber la realidad de las cosas. De entrada, si bien es cierto cuando salimos procuramos ir acompañadas, no podemos responsabilizar a los amigos o a las amigas de lo que nos pase y todos debemos asumir las consecuencias de nuestros actos.

No se entienda esto como que Debani se buscó lo que le pasó. Una parte de esta responsabilidad de la que hablo, tiene que ver con la mesura al consumir bebidas alcohólicas, a no exponernos en lugares ni ante personas de riesgo, a tener definida una serie de acciones ante cualquier eventualidad empezando por traer saldo en el teléfono cada que salimos…

La forma de vestir, estar solas o no, o el horario o un lugar para el sano esparcimiento no deberían ser motivo para temer, cuidarse o evitarlo, pero por desgracia, hay personas que ven en ello una oportunidad y no pierden tiempo para aprovecharla.

Otras acusaciones que hay sobre las mujeres, es que somos las peores enemigas, cuando en realidad lo que estamos buscando siempre, es actuar con sororidad, que unas y otras nos sintamos apoyadas, protegidas, cobijadas, sobre todo en momentos de riesgo.

Pero he de reconocer, de todo hay en la viña del señor… así como hay mujeres buenas, amables, consideradas y sororas, también las hay abusivas y malas personas. Igual hombres. Son a los que más señalamos, a los que más les tenemos miedo, de los que más nos cuidamos, pero también los hay buenas personas, considerados, amables y conscientes.

Navegando en las redes sociales me encontré con la publicación de una excompañera de trabajo, Alejandra Guevara, quien refirió un caso por demás estremecedor que no dejó de ponerme a pensar en la angustia que pasaron las chicas y su madre, cuando de pronto se vieron solas de madrugada, en Fresnillo, sin dinero para regresar ni cómo comunicarse a su casa.

Una omisión o descuido, no quiero pensar que fuera un acto de mala fe, llevó a dos jovencitas y a su madre a vivir terribles momentos de angustia cuando una empresa de viajes que las llevó a un concierto a Aguascalientes, de regreso no las dejó en Zacatecas y las dejó en Fresnillo, solas, mientras su madre se desvivía por localizar a la gente de la empresa y a ellas mismas.

En Zacatecas hay muchas, lamentablemente demasiadas, mujeres desaparecidas, niñas, jovencitas y mayores que no han regresado a su casa. Como Debanhi están Karla, Judith, Areli, Lupita, Karina, Claudia, Raquel, Alma… a quienes queremos que las encuentren vivas.

 

*Politóloga, periodista y abogada. Amante de la lluvia, los libros y el preticor.

 

**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.

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