A q u e l a r r e | Los ángeles que Dios mandó para cuidar a los desvalidos

A q u e l a r r e | Los ángeles que Dios mandó para cuidar a los desvalidos

los Shriners International, una organización paramasónica dedicada a ayudar a niños con padecimientos derivados de quemaduras o de traumatología y ortopedia

Tanya Ortiz*

Las historias en las que niños que tienen un sueño difícil de alcanzar debido a una enfermedad terminal, a un accidente sufrido que requiere costosos tratamientos médicos o a la ayuda y protección de personas que los han apoyado a salir adelante, se pueden contar por cientos –por fortuna-.

Son muchas las organizaciones integradas por personas que se desprenden de algo de lo que tienen para ayudar a personas en condición de vulnerabilidad, pero sobre todo de niñas y niños.

En otras ocasiones hemos hablado de AMANC, que encabeza Susan Cabral, ayuda a niños con cáncer a que reciban sus tratamientos oncológicos y les proporcionan pelucas que les permiten elevar su autoestima.

Al igual, la asociación Hay vida en mis sueños, ayuda a muchos niños, niñas, jovencitos, a que reciban ayuda médica, a que logren un sueño que ha sido difícil de cumplir y más en las condiciones de salud en que se encuentran.

Bertina Ponce Villalobos además, ha llevado un poco de bienestar a familiares de pacientes que permanecen internados en el Hospital General, donando sillas/camas en las que pueden pasar la noche con un poco de mayor comodidad que hacerlo sentados mientras hacen guardia.

Especial mención merecen hoy los Shriners International, una organización paramasónica dedicada a ayudar a niños con padecimientos derivados de quemaduras o de traumatología y ortopedia.

En México tiene un hospital en el que se les brinda atención médica y hospitalización el tiempo que lo requieran, sin costo alguno, y apoyan a uno de los padres con hospedaje y alimentación mientras dura el tratamiento, también sin costo.

Si dicho tratamiento requiere otro apoyo, más especializado y/o prótesis, además de la terapia de rehabilitación necesaria, los pacientes y un familiar son enviados a Galveston, Texas, donde está otro de los hospitales Shriners, y los costos de traslado también son gratuitos, como los iniciales de su ciudad de origen al aeropuerto del que saldrán a México o directo a Estados Unidos.

Es una atención hospitalaria de primerísimo nivel y tanto los gastos de transportación, como de hospitalización son costeados por estos ángeles que envió Dios para ayudar a los desvalidos. Cada uno de los clubes que integran esta organización internacional se ha integrado a ella con el firme propósito de generar condiciones para ayudar a las niñas y niños con graves padecimientos.

A la fecha, el club de Zacatecas ha enviado a México y luego a Texas a dos niños: uno con quemaduras por fuego y otro por graves quemaduras químicas que ocasionó una reacción alérgica a un medicamento. Fueron apadrinados por los Shriners quienes de inmediato hicieron los trámites médicos para trasladarlos en ambulancia aérea y que les proporcionaran atención especializada.

Cada niño viajó acompañado por uno de sus padres y a la fecha siguen juntos, sin tener que pagar un tratamiento médico que en cualquier otro lugar habría sido sumamente oneroso.

El objetivo de los Shriners es mantener el apoyo necesario hasta que los pacientes sean dados de alta y que se valgan por sí mismos, incluso luego de terapias de rehabilitación para el uso de prótesis, que también son proporcionadas por la organización altruista.

Cuando conoces a las personas que hacen todo eso y más por brindar apoyo, me pregunto: ¿qué los mueve a ayudar de esta manera? Y la única respuesta que obtengo es: el enorme corazón que Dios le dio a estos ángeles…

*Politóloga, periodista, abogada. Amante de la lluvia, la Luna y el petricor.

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