A q u e l a r r e | Inocente, hasta que se demuestre lo contrario
“Una cosa es clara: el gobernador no puede hacer oídos sordos al discurso que ha enarbolado desde la campaña: cero tolerancia a la impunidad y total combate a la corrupción”
Tanya Ortiz*
La intervención de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas en atención al actuar de figuras políticas de la entidad, es una clara muestra de que nadie está por encima de la ley –al menos o debe estarlo, no queremos pensar en que hay quienes sí lo están- y que las autoridades judiciales deberán conducirse en estricto apego a Derecho.
En esta administración estatal, siguen en el ánimo social los casos del expresidente de Guadalupe, Julio César Chávez Padilla, a quien el Poder Legislativo retiró el fuero constitucional para que pudiera hacer frente a un juicio penal en su contra, así como el de Jeu Ramón Márquez Cerezo, titular de la Coordinación Estatal de Protección Civil y Bomberos, acusado de malas prácticas que, supuestamente lo llevaron a engordar sus bolsillos.
Del primero, el proceso sigue su curso con un amparo indirecto de por medio para evitar la ejecución de la orden de aprehensión, sin que hasta el momento se haya presentado ante la autoridad judicial que lo requiere.
Del segundo, se vio obligado a retirarse del cargo para que la autoridad judicial pueda hacer las investigaciones pertinentes sobre las –hasta ahora, tres- denuncias interpuestas en su contra por delitos de cohecho, peculado y los que le resulten, y que no continúe como funcionario mientras ello sucede.
Pero más que verse obligado, le tomó por sorpresa que el gobernador David Monreal anunciara en vivo, en un programa radiofónico, que Jeu a partir de ese día dejaría el cargo para que las investigaciones no se entorpecieran, pero no le había avisado de su decisión al, todavía hasta ese momento, funcionario.
Fue evidente que el susodicho se enteró de la decisión del gobernador justo en el programa, al que acudió para acompañarlo y dar la cara sobre las acusaciones que versaban sobre él, confiando en que David Monreal expresaría confianza a su favor, por la amistad y colaboración laboral que les une desde hace muchos años… pero no. Jeu recibió la puñalada en el corazón cuando lo escuchó decir que desde ese momento dejaba el cargo.
Pero ya ahí, no le quedó de otra más que aceptar y afrontar el nuevo panorama que tenía enfrente, sin el aparente respaldo del gobernador –al menos de manera pública- y con las miradas de duda de subordinados y compañeros de gabinete.
Resulta evidente también que, en ambos casos, las condiciones en que se han dado ambas investigaciones han sido bochornosas para el gobernador, porque son personajes que gozaban de toda su confianza y él se había llenado la boca en halagos en favor de hombres capaces, de experiencia, que habían demostrado su compromiso hacia el proyecto de la 4T y que tenían todo su apoyo para continuar su carrera política. Ellos, no perdieron oportunidad de demostrar su servilismo, seguros de que tenían el respaldo político bien amarrado.
Pero una cosa es clara: el gobernador no puede hacer oídos sordos al discurso que ha enarbolado desde la campaña: cero tolerancia a la impunidad y total combate a la corrupción.
Dichos personajes encajan en ambos conceptos pues, no importa el poder natural de un alcalde, eliminar el fuero constitucional acaba con él; no importa el poder político tenga, la presunción de responsabilidad de un delito, lo opaca. Y sobre la corrupción, es contra lo que más está luchando el gobernador, así que no puede darse el lujo de tener entre sus colaboradores más cercanos, a alguien señalado de ello, así que más vale pintar raya.
Sin embargo, hay mucha gente que sigue fiel al proyecto de Julio César y está confiada, segura, de que la acusación que hay en su contra es por motivos políticos para sacarlo del camino rumbo al 2024 y que el tiempo y las adecuadas investigaciones les darán la razón, segura de su inocencia. Otros podrán decir lo mismo de Jeu: con él, hasta el infinito y más allá.
Lo único cierto, es que a ambos los protege el principio de inocencia y que independientemente de las filias y fobias, seguirán siendo inocentes... hasta que se les demuestre lo contrario.