PAN DE MUERTO, UNA EXQUISITA TRADICIÓN
Texto y fotos: Gabriel Rodríguez
ZACATECAS, ZAC.- El maestro Juan Preciado Lozano tiene tres décadas de hacer pan: ufano, este tahonero expresó que “muchas panaderías se jactan en el centro zacatecano de hacer pan de muerto, pero aquí sólo hacemos el más rico”.
A Preciado Lozano la creatividad panera le viene de su padre, quien le enseñó el oficio desde que era niño.
Y es que esas tres décadas de vida, Preciado Lozano las ha desarrollado amasando harinas ahí en la Espiga, cerca de la fuente de los Conquistadores.
“Comencé a trabajar aquí desde chavo, quiero decir, alrededor de 1992 que, desde donde me acuerdo, ya hacíamos el pancito de muertos”.
Uno de los hechos que llama la atención en La Espiga es que ahí todo el año se hace pan de muerto, “nunca se deja de hacer”, dijo.
Aun cuando “sólo hay una fórmula para el pan de muerto, que es la tradicional, a ésta no le puede faltar harina de trigo, huevo, mantequilla, sal, azúcar, leche, canela y chorrotes de azúcar”.
El entrevistado dijo que fue su padre, Juan Preciado Palacio, “quien me enseñó a hacer de todo desde bolillo hasta estos ricos panes.
Por su parte, el heredero de esa tradición lamentó que al momento haya subido todo de precio incluso al doble y que él no deja de trabajar todos los días desde la 5 de la mañana hasta las 3 de la tarde.
“Y para hacer un pan de muerto chonchote se lleva hasta dos horas, se le bolea, es decir que se le ponen las bolas y luego los huesitos; es un poco tardado pero al horno, quedan listos a toda hora, para comer”.
Los precios van desde 22 pesos hasta mucho más, pero lo rico de mi pan es que “no es el único pero sí el más sabroso de la zona”.