GRAVE, CONSUMO DE ENERVANTES EN ZACATECAS: SS
Texto y fotos: Gabriel Rodríguez
ZACATECAS, ZAC.- El doctor Iván Torres Cuevas, comisionado estatal de salud mental y adicciones en los Servicios de Salud de Zacatecas calificó como “grave” el consumo de enervantes entre los jóvenes de la entidad.
Luego de un extenso análisis sobre la realidad farmacológica entre la juventud del estado, el médico añadió que “por desgracia y a la par de una realidad nacional, Zacatecas afronta problemas severos en esa materia, que se deben atender de manera apremiante, en el sentido de la multiplicidad de drogas que se consume en el estado”.
Torres Cuevas destacó que entre las principales destacan cinco: alcohol, tabaco común, marihuana, cocaína y cristal, “de ese último tenemos un severo problema en todo el país”.
El galeno refirió que, además, en el caso de las drogas ilegales: alucinógenos, heroína y otros, Zacatecas se ubica debajo de la media nacional.
“La principal de ella en Zacatecas es la marihuana y el cristal mientras que los consumidores se mantienen en rangos de 12 a 65 años de edad y 24 por ciento de la población estatal confirmó haber consumido al menos una droga alguna vez en la vida, mientras que la media nacional es de 27 por ciento”.
DESTACAN HOMBRES EN CONSUMO DE ENERVANTES
En Zacatecas, quienes consumen más son personas del sexo masculino, entre 19 y 29 años de edad.
Y en el caso de las mujeres, éstas también han aumentado la cifra. Pero por el momento hay tres sujetos masculinos por una femenina mientras que los municipios de mayor alerta son Zacatecas, Guadalupe y Fresnillo, Jerez y Calera.
Los casos se dan en personas de todos los estratos sociales, incluidos estudiantes profesionistas y civiles de cualquier tipo.
“Tenemos ya señales de alerta en el estado, aun cuando nosotros estamos atentos a ellas para atenderlas en el entendido de que, incluso así, el problema permanece por el momento en los niveles de controlable y atendible”.
Al respecto, dijo que ellos tienen estrategias de capacitación nunca antes vistas a nivel estatal mediante la detección oportuna y su consecuente solución sin dejar de ser un problema serio, así como prevenible.
Explicó que el trabajo al respecto, por parte del gobierno estatal, ha sido mediante trabajo en equipo, “lo que nos ha permitido controlarlo con el fin de aminorar su consumo a futuro”.
Sobre el resto de la entidad, con excepción de los municipios citados, “éstos observan una muy reducida capacidad de consumo, sobre todo entre los de menor extensión”.
Los trabajos al respecto se centran en la orientación, capacitación y sensibilización en esos delicados aspectos, incluidos los diversos miembros de la sociedad civil, mediante campañas de prevención, difusión y detecciones.
Cuando el problema se presenta, los niveles de atención van en incremento del a 1 al 3, con lo que 3 es el más riesgoso de todos por su grado de peligrosidad en la salud de los jóvenes.
SIN RECETAS MÁGICAS
Añadió que consumo entre menores sea el más siginificativo, no hay recetas mágicas para resolverlo, sino que se trata de realizar labores de tratamiento y técnicas de prevención individualizadas.
Acorde con estudios, el problema se puede deber a percepciones de riesgo, pues “los adolescentes tienen inmadurez cerebral, que se aplica -de igual modo- a los embarazos no deseados o al hecho de acelerar irresponsablemente un vehículo, como parte de la estructura mental de las personas de esa edad”.
Tales hechos, dijo, complican la sensibilización entre esos grupos de edad pues en ese sentido estamos ante una serie de “percepciones de riesgo”.
Lo anterior significa, un estado de vulnerabilidad de esos grupos sociales, susceptibles de no tener en cuenta los riesgos en ese tipo de ingestas.
“Lo que sigue es platicar con ellos, entender de qué manera piensan y conocer sus necesidades, satisfaciéndolas dentro de lo posible, aun cuando a los jóvenes no hay que darles todo lo que piden porque eso les impide crecer emocionalmente”.
Nuestro trabajo “es bueno en lo que se refiere a la salud mental al haber surgido la Comisión Estatal de Salud Mental y Adicciones, que antes no existía, en la que se trabaja con profesionales capaces y mediante labores interdependientes con carácter a largo plazo.
“La misión es lograr salud mental y prevenciones dentro de las comunidades más alejadas a la par hablarles de manera directa a partir de diagnósticos particularizados, porque, en efecto, ese problema es serio y urgente pero atendible y con solución”.