EL FUTURO ES OTRO TIPO DE INSEGURIDAD Y VIOLENCIA PARA LAS FAMILIAS: OBISPO DE ZACATECAS
Texto y foto: Gabriel Rodríguez
ZACATECAS, ZAC.- Luego de decir que en todo el mundo, las familias atraviesan por muchos cambios culturales, el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló destacó que los valores familiares han comenzado a cambiar para el caso de la tolerancia.
“Veo en Zacatecas uno de los primeros retos que dejó la pandemia pues no hubo familia que no fuera tocada por el encierro de 2 años o bien por la muerte de un ser querido o un amigo y los consecuentes resultados de violencia familiar; perdimos seres queridos y valores que eran pilar”.
“Nuestro segundo reto derivado de ello son las crisis económicas y educativas, además de la política, cuando ésta última divide más que unir, lo que torna más vulnerable a todos esos núcleos familiares y lleva a muchas familias a migrar, hecho que las transforma”.
“El futuro es, para las familias, otro tipo de inseguridad y violencia como en el caso de la aparición de un cada vez mayor número de enfermedades mentales y emocionales”.
Sin embargo, dijo que a pesar de todo ello, las familias zacatecanas siguen llenas de valores por los cuales luchan de manera cotidiana y que ellas proceden de distintos puntos del estado.
“Hay crisis familiares pero esas deben ser nuevas maneras de ver a la realidad actual para tomarla como oportunidad aunque no nos damos abasto para atender todos los problemas sociales y, en este momento, el principal problema de las escuelas religiosas no son los alumnos sino sus padres quienes padecen ansiedad y conflicto emocional muchos de ellos”.
Como iglesia dijo que lo que les toca hacer es escuchar más que nada, “para darnos cuenta que los problemas no se solucionan solos sino que cada uno de ellos descubra que en las mismas familias existen las herramientas para salir adelante pues nosotros no podemos estar presentes en todas las colonias y fraccionamientos sino que tenemos que involucrar a más laicos”.
Yo mismo tengo que hacer uso de mis sacerdotes de todas las parroquias porque queremos estar cerca de las familias y resolver las problemáticas que emergen de las crisis que vivimos y para las cuales no hay respuestas claras ni contundentes sino que debemos buscar soluciones.
Por último, dijo que en tiempos de cuaresma la clase política debe ayudar a resolver los problemas de la familia porque en el caso de la carestía la gente ya no les cree y no les alcanza con el salario mínimo, todo lo cual repercute en la desconfianza.
“La gente desconfía de la autoridad y de cualquier persona que tenga autoridad y de todos entre nosotros, lo cual crea otro tipo de conflictos que nos obligan a participar en la solución de los problemas”.