AL 10 DE MAYO, NADA QUE CELEBRAR: TESTIGAS DE JEHOVÁ
Texto y foto: Gabriel Rodríguez
ZACATECAS, ZAC.- Un par de madres Testigos de Jehová, que platicaban en el jardín Independencia, señalaron que ellas, dentro de ese credo religioso no celebran nada, “ni siquiera el Día de las Madres”, como tampoco Navidad e Independencia pero que, lejos de eso, ambas consideran que “no hay nada qué conmemorar este 10 de mayo, porque es tanta la violencia contra las mujeres que, durante esa jornada las ponen en un pedestal y luego las dañan todos”.
Sin revelar sus nombres ni dejarse fotografiar, ambas señoras indicaron que para ellas el 10 de mayo transcurre como cualquier otra jornada.
“Pero como Testigos de Jehová no lo celebramos, a la par que ninguna otra festividad cívica o religiosa por lo que se trata como cualquier otro día para nosotros”.
Una de ellas indicó que “madre tendría que haber todos los días y que si los hijos tanto la aprecian, encontrarán siempre la manera de brindarle un detalle para el caso de una flor o al menos un poco de respecto”.
Indicó que ocurre de manera normal que maridos e hijos “ese día las suben a un pedestal pero al siguiente ya les dieron un sopetazo”.
Para ellas, lo más grave es el proceso de violencia que todas esas madres de familia viven en Zacatecas, “donde ya no podemos andar tranquilamente por ningún lugar sin dejar de estar con el temor de que por cualquier lado nos vayan a atacar”.
“Zacatecas nos ha demostrado que la delincuencia no para y que no tienen madre porque se trata de individuos que no respetan ni madres ni padres ni niños, nada”.
La segunda entrevistada (izquierda), dijo que “nosotras en realidad no requerimos ningún regalo, pues como ya lo dijo mi hermana, Navidad o cualquier otro día, a nosotras nos tiene sin cuidado ese día”.
La otra refirió que “la actual humanidad no entiende que nuestro creador no ve al hombre por encima de la mujer pues para él la mujer es muy valiosa, somos muy valiosas para él por lo que el hecho de que nos pisoteen para él es muy delicado”.
Lo menos que puede hacer la gente es respetar a las mujeres en casa pues “todos los valores de antaño ya los perdimos”.
Uno de sus mejores regalos sería así pues un poco de amor, de respeto “pues ya nada es como antes, que las familias estábamos muy unidas y muy pobres, ahora son muy pequeñas y están bien destrozadas”.
Lo grave del caso es que los hijos no escuchan a las madres “y por eso deben tomar conciencia en un momento tan peligroso para todo por lo que exigimos nos respeten y den nuestro lugar por medio del amor y el respeto”
