Seamos claros | Integridad en procesos electorales
“Es fundamental acompañar a las autoridades junto con asociaciones civiles y académicos para reforzar los procesos democráticos, considerando que siempre será positivo un mayor involucramiento de la población en la selección de las autoridades, así como en el seguimiento de sus actividades y responsabilidades”.
Juan Édgar Burciaga*
Inicio esta comunicación con ustedes con la esperanza de que este año 2025 sea de buena fortuna.
En esta colaboración voy a comentar un tema importante del año 2024: el proceso electoral. Recordemos que se eligieron la Presidencia de la República, la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores en el ámbito federal. En nuestra entidad también se votó por presidencias municipales y diputados locales. Fue una elección interesante e intensa, cuyos resultados conocemos todos.
Ahora, en 2025, se tiene considerado un proceso electoral más. Sí, señoras y señores, el Instituto Nacional Electoral ya arrancó la elección de autoridades judiciales. Tendremos, por primera vez en México, la oportunidad abierta a la ciudadanía de seleccionar a jueces, magistrados y ministros, es decir, autoridades juzgadoras del ámbito federal.
Es necesario considerar que se avecina el primer ejercicio democrático directo para todas las ciudadanas y ciudadanos en el Poder Judicial. En la historia reciente de nuestro país no hay antecedente al respecto. Una vez más, la población tiene la oportunidad de involucrarse para definir el rumbo de nuestro país, ahora en el ámbito de las autoridades juzgadoras.
En la elección de las autoridades legislativas y del Poder Ejecutivo, tenemos experiencia tanto en procesos electorales viciados —que permitieron la dictadura de un proyecto político por más de 70 años, ostentando el poder de manera directa en las autoridades legislativas y ejecutivas, y de manera indirecta en las judiciales— como en procesos de la historia reciente que permitieron la alternancia. Hoy, esa alternancia nos permite tener en México a una mujer como presidenta de la República. Claudia Sheinbaum Pardo es nuestra presidenta como resultado de un proceso de elección directa y secreta.
Es de suma importancia abrir los ojos ante la oportunidad de elegir en las urnas a los juzgadores. Necesitamos autoridades calificadas para desarrollar este tipo de elecciones. Lo cierto es que el Instituto Electoral no tiene experiencia, ya que es la primera vez que se eligen jueces, magistrados y ministros. La ciudadanía tampoco tiene antecedentes en este tipo de elecciones. Por ello, debemos valorar si la inexperiencia tendrá como consecuencia el fracaso. Esto no será automático, pero la posibilidad es amplia, muy amplia.
Este año, en el que ya se ha considerado un proceso electoral y las autoridades han arrancado, nos presenta una gran oportunidad para avanzar. Como ciudadanía, nos corresponde informarnos, involucrarnos y hacer los señalamientos pertinentes para reducir el margen de error. Es fundamental acompañar a las autoridades junto con asociaciones civiles y académicos para reforzar los procesos democráticos, considerando que siempre será positivo un mayor involucramiento de la población en la selección de las autoridades, así como en el seguimiento de sus actividades y responsabilidades.
Una opción para aprovechar esta área de oportunidad es apelar a la integridad de los involucrados en el proceso electoral de las autoridades judiciales. Es más efectivo el esfuerzo conjunto de las autoridades con la ciudadanía, respetando la esfera jurídica de todas y todos, y visualizando como objetivo supremo el ejercicio democrático. Sin embargo, no basta con acudir a las urnas. Es necesario fomentar una mayor integridad desde la valoración y definición de proyectos de gobierno, así como en el quehacer diario de las autoridades. La integridad y la conciencia pueden superar la inexperiencia.
La fortuna no llegará por sí sola; incluso podemos tenerla a la mano y no aprovecharla. Parafraseando al padre de la bioquímica, el azar no favorece más que a los espíritus preparados. Necesitamos la consciencia para visualizar y la integridad para aprovechar las oportunidades que se nos presentan en el transcurso de la vida.