Seamos claros | Pendientes 8M
“La corrupción afecta de manera diferenciada a las mujeres en nuestro país en relación con los hombres”
Juan Édgar Burciaga*
La brecha de justicia y equidad entre los sectores de la población es muy amplia, motivo por el cual se conmemora el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo, el 3 de diciembre el Día Internacional de Personas con Discapacidad, el 20 de noviembre el Día Mundial del Niño, y así podemos encontrar un sinnúmero de días para conmemorar a distintos sectores de la sociedad que requieren ser vistos y atendidos con condiciones justas que permitan equilibrios y condiciones de vida más homogéneas.
El Día Internacional de la Mujer nos representa, como sociedad, una serie de compromisos por cumplir. Son varias las áreas por atender, desde los servicios básicos hasta la toma de decisiones determinantes en el país. Sin duda, la mujer fue, es y será un factor decisivo en la sociedad.
Es importante reconocer que no se le ha dado un trato justo. Debemos ser conscientes de que los derechos y facultades con los que cuentan actualmente son el resultado de un sinfín de esfuerzos y sacrificios.
La corrupción afecta de manera diferenciada a las mujeres en nuestro país en relación con los hombres. Es un hecho que el acceso a servicios básicos como la educación o la salud les representa obstáculos adicionales para acceder a estos servicios sin recurrir al soborno.
La violencia de género es una infinidad de injusticias en los casos en los cuales la mujer es víctima o incluso victimaria.
¿Se imaginan ustedes cuántos expedientes habrá ante las autoridades en los cuales se encuentre involucrada una mujer sin que se consideren los criterios de perspectiva de género? Esto limita su acceso a procesos legales justos y efectivos.
Otro aspecto importante es la desigualdad económica; la corrupción facilita prácticas discriminatorias en el ámbito laboral y empresarial, en mayor perjuicio hacia la mujer. En el ámbito político, la corrupción obstaculiza la participación de las mujeres, ya que se mantienen prácticas viciadas que consideran sistemas discriminatorios y clientelistas que marginan a las mujeres de cargos y toma de decisiones.
Por lo tanto, es necesario generar conciencia y actuar en consecuencia frente a estos actos de corrupción que tanto dañan a la sociedad en general y, muy en particular, afectan a las mujeres. Cabe hacer mención de que México se encuentra en una situación interesante respecto al tema mencionado.
Este año se renovará al titular del Ejecutivo Federal, y todo parece indicar que será una mujer quien tome las riendas de la Presidencia de la República, según las encuestas recientes, ya que son dos mujeres quienes, al día de hoy, mantienen la mayor aceptación de los electores. Será más que interesante que una mujer nos gobierne desde la Presidencia de la República.
La probabilidad es mayor de que los resultados de las elecciones favorezcan a una mujer; en caso de que así sea, sería de esperarse que la administración de la gran casa, considerando que México es la casa de todos nosotros, tenga mejores logros, ya que históricamente, en términos generales, la figura femenina ha desarrollado las tareas de administrar los hogares, realizando milagros en la distribución de los recursos con los que se cuenta hoy día.
Por lo tanto, las desigualdades entre diversos sectores de la población favorecen al crecimiento de la corrupción; al respecto, es necesaria la integración justa y equitativa entre hombres y mujeres, niños y adultos mayores, independientemente de raza, credo o preferencia sexual; toda la población requiere condiciones dignas de vida. Bien por las mujeres.”