Retazos de ciencias forenses | El polígrafo en México (detector de mentiras) segunda parte
*“Ignorantia juris non excusat”
Nicolás Pinedo*
Según los antecedentes del Polígrafo o detector de mentiras, se basa en el sistema Cardiovascular, con el aumento de la frecuencia cardiaca y del sistema Respiratorio, con el aumento de la frecuencia respiratoria, los cambios de estos sistemas, se registran en una computadora y esta a su vez imprime esas alteraciones en forma de gráficas las que son analizadas por especialistas, ambos sistemas determinan si una persona está mintiendo o no, es necesario mencionar que en cada persona que se le aplica el polígrafo se calibra y después con su propia calibración se analizan sus respuestas.
En México es en el año de 1980 cuando es creado el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), año en el que se creó la primera dirección de Poligrafía, fue necesario la capacitación de operadores expertos en entrevista, aplicación de test y el manejo especifico del Polígrafo, para eso se mandó a esas personas a capacitarse a Estados Unidos concretamente en el (FBI), durante varios años este tema fue restringido y solo se usó para asuntos de seguridad nacional y no para servidores públicos en general.
Es a finales del año 2000 cuando se implementa en la Ley General de Seguridad Pública el uso obligatorio del polígrafo, prueba que fue para Policías Peritos y Ministerios Públicos, con ello se generó la obligación de aprobar el polígrafo para poder ingresar y permanecer activo dentro de las instituciones de seguridad pública y en las procuradurías del estado ahora fiscalías, con esta modificación a la ley, se creó al interior de la Secretaría de Gobernación (Segob) el Centro Nacional de Control de Confianza.
La justificación para usar el polígrafo se sustentó en la necesidad de depurar las corporaciones policiales y de administración de justicia, antes de la reforma al Sistema Nacional de Seguridad Pública, el polígrafo era usado como herramienta en la investigación criminal de orden federal, pero en poco tiempo ganó popularidad que fue exponencial la cantidad de estudios que se realizaban por año.
En la actualidad y debido al gran auge del polígrafo, ya en un 100% de los examinadores a nivel nacional han emigrado a sistemas computarizados completos y con mayor sensibilidad en las gráficas, usando canales de adquisición de datos, incluyendo sensores de movimiento Neumógrafos, Pletismógrafo, Esfigmomanómetro y Electrodos que miden la conductancia de electricidad en la piel.
Aún sigue las interrogantes planteadas en el propio tema, ¿realmente será posible que una computadora, una impresora de gráficas y un analista de esa información, detecte si una persona está mintiendo o no?
No hay peor ciego a aquel que no quiere ver.
*Maestría en Ciencias Forenses y Victimología, perito criminalista,
asesor forense y amante del ciclismo de montaña.