Radar económico y financiero | Tenemos un peso fuerte o un dólar débil; ¿qué repercusiones tiene esta situación atípica?

Radar económico y financiero | Tenemos un peso fuerte o un dólar débil; ¿qué repercusiones tiene esta situación atípica?

“Si el tipo de cambio continúa el resto del año en los niveles actuales, las remesas perderán 10.60% de poder adquisitivo, respecto al año pasado. Esta sería la mayor pérdida de poder de compra desde qué hay registro.  Definitivamente no es una buena noticia”

 

Raúl Rodríguez Márquez*

Los niveles alcanzados ayer y hoy por el tipo de cambio, la debilidad del dólar y la fuerza que trae el mercado moviéndose del dólar a otras divisas, abren la posibilidad de alcanzar este año cotizaciones cercanas o por debajo de los 17 pesos por dólar.

Al apreciarse tan rápido el peso, pierden los exportadores y receptores de remesas, pues no hay forma como puedan ajustarse tan rápido a las disminuciones del tipo de cambio.

Esto se verá reflejado en desaceleración del consumo y posteriormente en menor crecimiento de las exportaciones, motor fundamental del crecimiento económico.

Por el lado de las remesas tan importantes para la supervivencia de un buen número de nuestra población, se pierde como ya comentábamos el poder adquisitivo, por el lado de las empresas en el corto plazo implica menores márgenes de utilidad, lo que llevará a menor creación de fuentes de empleo y desaceleración del crecimiento del consumo.

En el largo plazo, al ajustar precios al nuevo tipo de cambio implica pérdida de competitividad si no hay algo que lo compense. La última ocasión que el tipo de cambio del peso estuvo por debajo de los 17, fue precisamente el 17 de diciembre del 2015, hace casi seis años y medio.

Pensar que hace apenas unas semanas que el dólar estaría en 17 pesos era algo muy descabellado, pero ahora ya no se ve tan lejano.

Entre el 31 de diciembre del 2022 y el pasado viernes 9 de junio, el dólar se abarató en 11.2%, a tasa anual, es decir comparando con el mismo día del año pasado, la apreciación de nuestro peso fue de 11.9 por ciento.

Pero lo más importante es que no vemos un posible cambio de la dinámica que ha propiciado este comportamiento.

 

¿Cuáles son esos factores? Quizá el más importante es el diferencial de tasas de interés. La tasa de cetes a 28 días está en 11.3%, lo que significa que la tasa en dólares, considerando la apreciación de nuestra moneda, resulta de casi 24 por ciento.

Con ese nivel de atractivo rendimiento es entendible el flujo de inversión hacia activos en pesos, como los certificados de la tesorería. Cetes.

Quizá se preguntará el lector, ¿Qué puede cambiar la tendencia de nuestra moneda? Me parece que sólo un shock de la aversión al riesgo a escala global podría alterar la tendencia.

Ni el anuncio de que la Reserva Federal de EU pudiera anunciar hoy un incremento en la tasa de referencia y el Banco de México no lo haga el próximo jueves 22, no sería suficiente para cambiar radicalmente la cosas.

Ya hemos comentado los efectos diversos que tiene un dólar “barato” como el que hoy tenemos; Los importadores de bienes y servicios están contentos, pues los precios de mercancías que importan han bajado, quizá los turistas mexicanos que viajan al extranjero también lo estén con un peso fuerte.

EL PROBLEMA SON LAS EXPORTACIONES Y LAS REMESAS

En abril las exportaciones no petroleras cayeron en 2.3% respecto a los datos del mes de marzo. Y en comparación con mismo mes de 2022, el crecimiento se desaceleró y ya fue de solo de 2.7%

Es incierto que parte de este freno deriva del menor crecimiento industrial de EU o en qué medida el tipo de cambio ya está afectando el desempeño del sector exportador, pero lo más probable es que ocurran ambas cosas.

La realidad es que el motor exportador se está frenando, y el país depende cada vez más del comportamiento del mercado interno para el crecimiento de este año 2023.

Lo bueno es que el consumo y la inversión no han perdido fuerza y esperan un resultado mejor que el previsto por los analistas.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima que la economía mexicana crecerá 2.6% este año y para 2024 apenas un 2.1 por ciento. No son malos pronósticos, pero insuficientes para retomar nuestra necesaria senda de recuperación económica.

 

 

*Analista político y financiero.

Presidente de grupo consultor Ragash

 

*LAS OPINIONES PLASMADAS EN LAS COLABORACIONES SON RESPONSABILIDAD DE CADA AUTOR, ASÍ COMO SU ESTILO DE ESCRITURA. ECODIARIO ZACATECAS SÓLO ES UNA PLATAFORMA DIGITAL PARA DARLAS A CONOCER A SUS LECTORES.

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