Radar económico y financiero | Nos espera un escenario económico difícil para el 2023… Debemos estar preparados
“La economía mexicana ha reflejado en las últimas semanas signos de un mayor dinamismo”.
Raúl Rodríguez*
Según la OCDE, “México podría acelerar sus tasa de crecimiento por arriba del 2% para 2024 si pone en marcha 3 reformas; “reducir la brecha de género en el mercado laboral, reducir la informalidad y aumentar la educación.”
La economía mexicana ha reflejado en las últimas semanas signos de un mayor dinamismo. El INEGI informó que en el tercer trimestre de 2022 el PIB trimestral habría mostrado un aumento de 0.9% respecto al trimestre previo en términos reales y de 2.8% en los primeros nueve meses del año a tasa anual.
Para octubre, el Indicador Oportuno de la Actividad Económica anticipa un aumento de 5% a tasa anual. Estos resultados, si bien son mejores a los que se habían obtenido en meses previos, obedecen en buena medida a factores externos, tales como la mayor demanda de exportaciones mexicanas por parte de EU y nuevos flujos de inversión directa por efecto de re localización o “ nearshoring” y un efecto estadístico derivado de una base de comparación anual. Es decir, no debemos cantar victoria.
Los resultados recientes no auguran un mejor escenario para el 2023.
Para nuestro país, el FMI pronostica un crecimiento del 1.2%. , igual al pronóstico de los economistas del sector privado consultados por Banco de México, y muy similar al 1.1% que estima el Instituto mexicano de ejecutivos de finanzas.
De cumplirse estos pronósticos sería hasta finales de 2024 cuando el PIB nacional iguale o supere los niveles previos a la pandemia.
Entre los más importantes factores de incidencia sobre el crecimiento económico en 2023 destacaría los siguientes:
1. La evolución de la economía global, principalmente la de EU,
El dinamismo económico de EU y su pronta recuperación de la pandemia fue apoyado en buena medida por condiciones de mayor liquidez de consumidores y empresas, derivada de los programas de apoyo gubernamentales en EU.
No obstante, las perspectivas económicas a nivel global se han venido deteriorando de forma importante por varios factores, tales como la mayor inflación, la elevación de las tasas de interés y el ambiente de guerra en Europa, con lo cual el riesgo de una recesión en el 2023 ha aumentado.
La economía mundial ya está experimentando una desaceleración generalizada y la volatilidad de los mercados financieros internacionales refleja la dificultad que tienen los inversionistas para interpretar un futuro incierto.
2. El ambiente político y el respeto al Estado de derecho.
La sociedad mexicana se encuentra dividida y la discusión se acentuó en las últimas semanas con el empoderamiento del Ejército y la propuesta de reforma electoral.
En este entorno, el respeto al Estado de derecho, el equilibrio de poderes y la solidez de nuestras instituciones incidirán profundamente en las condiciones de inversión y para el crecimiento económico. Un alejamiento mayor de Estados Unidos en el marco del T-MEC por la política energética gubernamental también agravaría las condiciones para la inversión extranjera.
3. La estabilidad de las finanzas públicas.
Las presiones sobre el balance fiscal podrían ser mayores a las que se estiman en el PEF, por la sobrestimación de los ingresos y la subestimación del costo financiero de la deuda publica en un escenario de mayor elevación de la tasa de referencia.
El menor crecimiento económico y su negativo impacto en la recaudación fiscal, y los compromisos de enorme gasto hacia ciertos programas sociales, aunado a los grandes proyectos de difícil retorno económico y social, plantean una combinación de factores que eleva la debilidad de las finanzas públicas e incentiva un mayor endeudamiento como el recientemente adquirido con el BIB
4. La evolución de la inflación y la política monetaria. El ciclo de alza en tasas de interés no ha terminado. Este año todavía hay una reunión más de Banxico que incrementará en 75 o 50 puntos base.
Existen algunas señales que sugieren la disminución de ciertas presiones inflacionarias, aunque la inflación subyacente, que marca la tendencia, continúa generando preocupación.
Si la inflación se muestra más persistente el panorama económico plantea un camino más adverso.
En este marco económico, la competencia política se irá elevando conforme nos acercamos al 2024. Para contrarrestar el impacto externo y reactivar la economía doméstica se requerirá de una combinación de medidas de política pública que eleven la confianza ,que impulsen la producción y la generación de empleo ,que mejoren la productividad, así como asignación más eficiente del capital ,como elementos clave para el desarrollo económico y la reducción de la pobreza, esta última con datos preocupantes de coneval al tercer trimestre , que hablan de un incremento de pobreza laboral y una disminución de ingreso laboral per-cápita.
La pobreza laboral aumentó en ambos ámbitos de residencia; rural pasó de 52% a 53.2% y urbana de 33.9% a 36%.
Veremos si las propuestas de los diversos actores se basan en un auténtico compromiso con México, o si buscan solamente acomodo en una coyuntura política que rodea el entorno.
Lo que ocurra en el 2023 y 2024 será fundamental para establecer nuestra capacidad de construir un México más justo y próspero en las próximas décadas.
Todos tenemos un compromiso con el futuro inmediato, pero debemos ocuparnos y no solo preocuparnos para Alcanzar las metas planteadas.