Los misterios de la existencia | Sólo sígueme la corriente
“Algo diferente”
“Si no te adaptas, mueres”
Alejandro Bravo Pérez*
¿Quién no ha escuchado alguna vez esta frase? refiriéndose a la capacidad de adaptación, como un modo de supervivencia, aún incluso, para los peores momentos.
Los fuertes, son los que se adaptan, los que no, mueren ¿qué hay de cierto en estas palabras? sobre todo cuando el proceso de adaptación, depende mucho del entorno, de las circunstancias y del organismo.
Si hoy estallara una guerra mundial, los seres humanos seguramente encontrarán su extinción debido a los altos niveles de radiación que se propagarían por el planeta, siendo solo las cucarachas, según algunos científicos, las únicas en sobrevivir tal suceso, entonces ¿quienes son las fuertes ahí? ¿Las cucarachas que han estado desde la época de los dinosaurios o los seres humanos?
Por naturaleza, se mira al ser humano, como una especie de rápida adaptación. Se adapta rápido a lo que otros hacen, porque puede resultar familiar y cómodo, tanto que puede llevarlo a querer incitar a otros que compartan el mismo proceso y de pronto, miras que el otro te dice; “Haz lo que yo hago y te ira bien”, “solo sígueme la corriente”, “piensa como yo, y veras que te va empezar a ir mejor”, “júntate conmigo, yo sé lo que te conviene” frases que se convierten en palabras de esperanza, para quienes gustan de conformismo e inmediatez, pero que despierta una inconformidad en quien quiere ir más lejos de lo que otros dicen ofrecer.
Cuando sales de vacaciones y contratas una agencia de viajes, ocurre algo curioso; el guía te sube a un autobús, te pone una película y te dicta las actividades que se realizarán. Cuando llegan al lugar, te baja y te junta con el grupo, te pide que se mantengan juntos y mientras visitan algún lugar, te limitan solo a lo que el guía dice, obvio, si quieres conocer más lugares, pero tendrías que pagar más para poderlo hacer.
¿En dónde queda la espontaneidad y capacidad de asombro? ¿En dónde queda la experiencia de perderse y buscar un espacio por uno mismo? Al final, todo se limita por la única actividad que dicte el señor guía ¿y quién no se ha sentido así por la vida? Como si de repente la vida singular, se convirtiera en una generalidad, en el “deber” y “tener” que hacer.
Para la mayoría de las personas, su vida termina siendo una especia de guía que los otros exigen, “estudia esta carrera” “se como tus primos” “por qué no eres como ellos” y por complacer la vida que el otro solicita, descubre que cuando muere, lo hace sin darse cuenta que lo que hizo fue vivir la vida que los otros le decían tenía que vivirse.
Miraron lo que les dijeron que tenía que mirar, comieron lo que les dijeron que tenía que comer, durmieron donde les dijeron que tenía que dormir, hasta les dijeron cómo tenía que ser al tener un acto sexual, limitándose, siempre poniendo límites a sentirse. Estas personas llegan hasta donde sus recursos les alcanzó. Sin darse cuenta, que se perdieron de una vida más auténtica.
Quien no se atreve a ir más allá de sus propias tierras conocidas, muere sin la oportunidad de haber conocido una experiencia diferente. Quien no mira con sus propios ojos, las maravillas del mundo, se conformará con lo que la IA le puede ofrecer para satisfacer sus sentidos, los cuales yacen carentes de experiencias propias, porque en su cuerpo solo habitan la experiencias creadas por los otros, morirá, sin darse cuenta, que habito en este mundo de posibilidades, haciendo lo que otros les pedían que hiciera.
Mi nombre es Alex Bravo y cuento con la formación como Terapeuta Existencial y solo quiero externar, que sí en un momento, sientes que algo no va bien y que frente a lo que sea que estés sintiendo, no estás sola, no estás solo. Ya sea a distancia o de manera presencial, estoy con la mejor disposición de escucharte y leerte.
Hasta la próxima.
*Terapeuta Existencial
Correo: cypesc@gmail.com
*Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.
