Los misterios de la existencia | No sabemos estar solos
“Ese sentimiento que se apodera”
Alejandro Bravo Pérez*
La experiencia de soledad no es lo mismo que estar solo. Se puede estar sin la compañía de alguien en una habitación escribiendo este artículo y, efectivamente, estoy solo; por otro lado, puedo estar leyendo en voz alta este texto en una oficina con cuatro personas más, pero a nadie le importa ni le interesa escucharme, creando cierta incomodidad conmigo mismo, así que tomo asiento, continúo con mis actividades como si nada pasara, pero me pasa, al mismo tiempo, de todo, estoy acompañado de varias personas y no puedo dejar de experimentar que estoy solo, esa es la experiencia de soledad.
Esta experiencia forma parte de la vida, algunos filósofos hablan de que nos acompaña desde el momento en que nacemos y lo seguirá haciendo en nuestra muerte. Por mucho que nos esforcemos, no podemos describir nuestro nacimiento, fuimos arrojados sin la capacidad de comunicarnos, de expresar palabras y símbolos para poder contar dicho evento; con el tiempo adquirimos un lenguaje y podemos expresar lo que sentimos, por eso no podremos hacerlo con nuestra muerte, porque cuando la muerte llega, habremos dejado de sentir.
Es paradójico, cuando uno nace, lo hace en compañía de otros seres humanos, pero si se cuenta con la oportunidad, esos otros seres lo acompañarán por muchos años, aunque, si no se cuenta con la fortuna de un ambiente familiar, puede que ese recién nato termine abandonado en un bote de basura, quedándose ahí, abandonado y solo.
A consecuencia de esto, el primer bebé adquiere la predisposición de permanecer siempre con gente, un niño que mantiene un vínculo con sus padres, llora al verlos irse de casa, porque le angustia la posibilidad de que su padre o madre se vayan para no regresar, es entonces que siente por primera vez el miedo a quedarse solo.
El miedo a quedarse solo puede acarrear como consecuencia el deseo de estar con alguien, hay quien termina una relación de pareja e inmediatamente ya está en una relación nueva, pero también está presente el miedo a sentirse en soledad, hay quien tiene entonces su pareja y al mismo tiempo puede tener una o más relaciones íntimas con otras personas, porque, aunque no quiere alejarse de esa primera persona, tampoco quiere aceptar lo soledad que siente estando con ella.
Tanto el miedo de quedarse o sentirse solo forman parte de nuestra condición humana, solo que eso no nos lo explican en la primaria, creo que, en ningún centro educativo, por el contrario, quien se aísla, quien no se relaciona con otros, quien no habla, es mal visto, lo ven como un enfermo o alguien con problemas, con esto considero que la experiencia de soledad debería reconocerse como “ese sentimiento que se apodera” cuando somos conscientes de nuestra unicidad y que debemos romper esos tabús y creencias de que nos hacen mirarlo como algo malo.
Hola, mi nombre es Alejandro Bravo, cuento con la formación como Terapeuta Existencial. Más que hablarte de teorías o técnicas, me gusta explorar lo que está presente, lo cotidiano, lo que ocurre. Si te interesa conocer un poco más de esto e indagar en tus propios misterios, te invito a crear un espacio de relación y dialogo para que juntos, juntas, podamos comprender un poco más la “situación” que estés viviendo, como también la manera en que te relacionas con el mundo y los demás.
Hasta la próxima.
*Terapeuta Existencial
Correo: cypesc@gmail.com
**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.